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Científicos piden posponer el derribo de la BAM ante el «riesgo para la salud» en la pandemia

Miembros de la comunidad científica han reclamado que se posponga el derribo del edificio de la antigua escuela universitaria de Magisterio Begoñako Andra Mari (BAM), en pleno centro de Bilbo, ante el «riesgo para la salud» para el colegio público Cervantes en plena pandemia.

El edificio de la antigua escuela universitaria BAM, próxima al colegio público Cervantes. (Marisol RAMIREZ/FOKU)
El edificio de la antigua escuela universitaria BAM, próxima al colegio público Cervantes. (Marisol RAMIREZ/FOKU)

Miembros de la comunidad científica han suscrito una carta de apoyo a la AMPA del colegio público Cervantes en su rechazo a las obras previstas en la parcela de la antigua universidad de Magisterio dependiente de la diócesis de Bilbo, situada a escasos metros del centro educativo. Han pedido a las instituciones posponerlas porque consideran que, con las actuales condiciones «impuestas» supondrían «un riesgo para la salud en plena pandemia según la evidencia científica».

La AMPA ha explicado que ha llevado a cabo una recogida de firmas en el ámbito científico para evidenciar que las medidas correctoras propuestas, y que han sido «validadas» por el Ayuntamiento, son «insuficientes».

Entre los firmantes, según han detallado, figuran varios técnicos y científicos de primer nivel que están liderando la lucha para que se reconozca institucionalmente la transmisión de SARS-CoV-2 por aerosoles y su papel dominante en el contagio en interiores.

Construcciones Murias (Urbas), en el estudio de impacto acústico sobre el derribo del edificio de BAM y la construcción de una sede de la diócesis y una clínica de Mutualia, propone parar las obras diez minutos cada hora para que, «durante ese breve tiempo», se puedan ventilar las aulas del colegio, cuando «las recomendaciones de la comunidad científica indican que es necesaria una ventilación constante para evitar riesgos de contagio».

La AMPA ha señalado que, ante la intención del Ayuntamiento de conceder la licencia de derribo «sin atender» sus alegaciones, ha conseguido el apoyo de diversas personas del ámbito científico que consideran que «no renovar el aire de manera adecuada» puede «multiplicar» la probabilidad de contagio por covid-19.

Carta de apoyo

En la carta de apoyo, los firmantes denuncian que la ejecución de las obras de demolición y construcción en la parcela colindante a su escuela, tal como están planteadas, harían imposible «la correcta ventilación de sus aulas y serían un riesgo para toda la comunidad escolar». «El ruido y polvo de las obras, a 12 metros de sus ventanas, harían imposible mantener las ventanas abiertas para ventilar convenientemente», señalan.

Además, ante la medida de parar las obras diez minutos cada hora para ventilar, aseguran que numerosos estudios científicos han puesto de manifiesto que la covid-19 se transmite principalmente por el aire y lo necesario en los centros escolares, y cualquier espacio cerrado, es la «ventilación constante y cruzada para renovar el aire convenientemente».

En este sentido, consideran que «ventilar 10 minutos/hora es insuficiente para mantener una renovación de aire adecuada y supone multiplicar por tres o incluso por cuatro la probabilidad de contagio si se toma como referencia la cantidad de aire ya respirado previamente por otras personas». A su juicio, la ventilación constante es, junto con el adecuado uso de la mascarilla, una de las medidas «más efectivas, sencillas y útiles» a la hora de reducir el riesgo de contagio.

Por ello, subrayan que la evidencia científica ha demostrado que una «correcta ventilación disminuye el riesgo de los contagios» y piden al Consistorio, Diputación y Gobierno autonómico que haga todo lo posible para posponer las obras hasta que «puedan ser realizadas sin suponer un grave peligro para la salud de la comunidad escolar».