Familiares, vecinos de la comarca y trabajadores de otras empresas han acompañado esta mañana de domingo a la plantilla de Tubacex que lleva 60 días en huelga, en una manifestación, esta vez por las calles de Bilbo, en contra del ERE presentado por la dirección que persigue 95 despidos y ante el que la representación sindical prepara una demanda colectiva.

La marcha, que ha transcurrido, sobre todo en su primera parte, entre fuertes chaparrones, ha partido del Sagrado Corazón y ha concluido junto al Ayuntamiento de Bilbo, entre consignas contra los despidos y los recortes y en defensa de la lucha de las y los trabajadores, aunque también se han acordado del Ejecutivo de Lakua con más de un «Urkullu entzun, zu zara errudun».

Tal y como han subrayado, frente a esa estrategia de las empresas de plantear EREs de extinción de empleo agarrándose a una crisis coyuntural como la del covid-19, no hay otra vía que la unidad y la lucha.

En ese contexto, han lanzado un emplazamiento a los partidos políticos, a los que han reclamado «echar abajo» una reforma laboral que permite presentar EREs «sin ninguna contemplación y sin obstáculos por parte de las autoridades».

A las autoridades también se han dirigido expresamente en el comunicado con el que han cerrado la marcha, citando expresamente al Gobierno de Lakua, al que han pedido que haga algo más que ser «mero portavoz de la patronal».

«Pedir explicaciones»

«Tendrá que pedir explicaciones», han apuntado en referencia al Ejecutivo de Lakua, al tiempo que le han pedió que si se producen despidos reclame hasta el último céntimo de las ayudas públicas entregadas la empresa.

Al comienzo de la marcha, Edu Ibernia, presidente del Comité de empresa, ha explicado a NAIZ que la movilización es una expresión más de la lucha unitaria de las y los trabajadores de las plantas de Laudio y Amurrio ante una situación que hoy afecta a Tubacex pero «mañana puede ser cualquier otra empresa».

En esa lucha unitaria destaca también la solidaridad y apoyo recibidos por parte de diversos agentes de la comarca, desde otros comités de empresa, hasta organizaciones juveniles, colectivos de pensionistas, movimiento feminista y representantes de comercio y hostelería, a los que han lanzado un especial agradecimiento en el comunicado.

Según han remarcado, las y los trabajadores de Tubacex son parte de los agentes que han contribuido a la riqueza de Aiaraldea, por lo que la pérdida repercute directamente en el futuro de la comarca.

En la movilización ha participado una representación del grupo parlamentario de EH Bildu, entre la que se encontraba la amurriarra Eva Blanco e Iker Casanova, vecino de Ezkerraldea, así como el diputado de la coalición soberanista Oskar Matute.

En la movilización han estado también concejales de municipios, así como los alcaldes de Urduña y Artziniega.