Martxelo Díaz

EH Bildu propone conmemorar la matanza de Ategorrieta, ¿qué pasó en 1931?

Hace 90 años en Donostia se registró una matanza de siete trabajadores en huelga. Sucedió en Ategorrieta, en los albores de la Segunda República española. Sin embargo, son unos hechos desconocidos por la mayoría de la población. EH Bildu ha propuesto un reconocimiento institucional.

Lectura del bando de guerra implantado en Gipuzkoa tras la masacre de Ategorrieta de 1931. (Ref. José Antonio Egido, Jesús Larrañaga, en "Beasaingo paperak", n.º 2, 1993)
Lectura del bando de guerra implantado en Gipuzkoa tras la masacre de Ategorrieta de 1931. (Ref. José Antonio Egido, Jesús Larrañaga, en "Beasaingo paperak", n.º 2, 1993)

En la jornada de hoy se rememora la proclamación de la Segunda República española en abril de 1931. Un cambio de régimen que se acogió con esperanza por los sectores populares, pero que no dejó de tener también un lado oscuro en forma de represión brutal contra trabajadores. Son conocidos los casos de Casas Viejas en 1933 o de la Revolución de Asturies de 1934.

En Donostia, también hay un episodio de represión sangrienta, que se registró el 27 de mayo de 1931, poco más de un mes de la proclamación de la República. EH Bildu ha propuesto que se recuerden estos hechos, que son desconocidos para la mayoría de la población de la capital guipuzcoana.

Según relata Itxaso Etxegarai, integrante de Aullido Libertario, en una carta publicada en NAIZ hace cuatro años, en Pasaia los trabajadores del mar se encontraban en huelga desde hace meses para reclamar derecho al descanso y sueldos más dignos.

Tras varias intentonas frustradas por la fuerte presencia militar, unas 2.000 personas marcharon desde Pasaia hacia el centro de Donostia para hacer oír sus reivindicaciones, apoyadas por la CNT y la Federación Local de Sociedades Obreras (FLSO). La respuesta de las autoridades republicanas fue enviar militares para que la marcha obrera no lllegara al centro de la capital guipuzcoana. Se apunta al alcalde Fernando Sasiáin y al gobernador Ramón María Aldasoro, ambos republicanos, como responsables políticos de esta orden.

Tiros contra trabajadores: siete muertos

El cordón militar se estableció en el alto de Miracruz, y los soldados de reemplazo, los que estaban realizando el servicio militar, se negaron a disparar contra los obreros que marchaban en defensa de sus derechos, acompañados de mujeres y niños.

Este primer cordón pudo ser salvado, pero se toparon con otro bajando la cuesta, formado por la Guardia Civil a la altura del reloj de Ategorrieta. En este punto, se disparó contra la marcha obrera, con un balance de siete muertos: José Carnes, Manuel Pérez, José Novo Martínez, Antonio Barro, Julián Zurro Pérez, Jesús Camprosola y Manuel López Díaz.

La lista de heridos es larga: Vicente Saleta, Providencia Ageita (21), Julio Fernandez (25), Manuel Doldán Pérez (18), Pedro Basterretxea (31), Lisardo Zapata (32), Manuel Alfonso, Antonio Barro (26), Valentin Ochoa (21), Carmen Candanal (27), José Suarez (25), Luis Centeno (29), Herminio Gonzalez, José Saletas, Emilio Ruiz, Eugenio Korta, Bruno San José, Juan Nieves Damapier, Manuel Alfamabrar (24), José Orleca (27), Vicente Sainz (17), Celestino La Rosa, Herminio González, Vicente Caterín (33), Julio Fernández (25), José Pardavilla (34), José Mariño (23), etc.

Huelga general en Pasaia y Donostia

La respuesta popular a la masacre no tardó. Se convocó huelga general en Donostia y Pasaia. Un grupo de personas volcó un tranvía. Allí apareció un grupo de mikeletes que desde entonces estuvieron vigilando los tranvías. Las patrullas de las fuerzas de seguridad estaban ya desplegadas en toda la ciudad. A mediodía un grupo intentó atacar la tienda de armas Merino, situada en la avenida de la Libertad, pero la Guardia Civil repelió el ataque. Por la tarde se celebró una manifestación.

La división sindical entre quienes apoyaban la huelga (CNT) y quienes la rechazaban y apoyaban al Gobierno republicano (UGT, SOV, además de republicanos y socialistas). Los progubernamentales llegaron a formar «una guardia cívica» y se dio orden de detener a quienes apoyaban la huelga, entre ellos al dirigente comunista Jesús Larrañaga. Se llegó a declarar el estado de guerra.

Días después de la masacre, las reivindicaciones fueron aceptadas por el Gobierno republicano, poniendo punto final a la huelga.

Memoria popular de Donostia

Los concejales de EH Bildu Markel Ormazabal y Reyes Carrera han denunciado que «la masacre de trabajadores más grave que ha tenido lugar en Donostia no tiene ningún recuerdo en nuestra ciudad, no hay ningún rastro oficial de su memoria, y la mayoría de la ciudadanía donostiarra no tiene ni idea de lo que ocurrió aquel día».

EH Bildu considera necesaria recordar qué paso en mayo de 1931 para aportar a la construcción de la memoria popular de Donostia y recuerda que hubo más trabajadores muertos que el 3 de marzo de 1976 en Gasteiz. Pese a ello, son unos hechos mayoritariamente desconocidos.

«Muchas veces la memoria es incómoda, pero tenemos derecho a conocer la verdad: estos asesinatos los cometió la Guardia Civil, pero por orden de la autoridad de la República. En la época esto provocó muchas contradicciones, especialmente dentro de la izquierda y los republicanos», han destacado los ediles de EH Bildu.

Junto a ello, destacan la necesidad de «hacer un reconocimiento al movimiento obrero, y para poner en valor la identidad obrera de Donostia. Porque si la calidad de vida de hoy en Donostia y Donostialdea es la que es, ha sido sobre todo gracias a las luchas que el movimiento obrero ha venido librando durante décadas, y que siguen hoy en día» y de impulsar una profunda reflexión sobre la represión de la Guardia Civil en Donostia en marcos jurídicos muy diferentes.

Con motivo del 90 aniversario de estos hechos, EH Bildu propone que el Ayuntamiento de Donostia promueve y consensúe el reconocimiento institucional con sindicatos y demás agentes sociales.