Condenados por agresión sexual que cumplen su pena en la cárcel de Iruñea recibirán terapia en el mismo centro penitenciario. Esta iniciativa, que en esta primera edición concluirá en 2022 pero que tiene visos de continuidad, es posible gracias a un convenio firmado entre el Gobierno navarro e Instituciones Penitenciarias.

El Programa de Control de la Agresividad Sexual (PCAS), financiado al 100 % por el Ejecutivo navarro, será gestionado por personal del Instituto de Psicología Jurídica y Forense PSIMAE, adjudicatario del contrato para la atención terapéutica a víctimas y agresores de diferentes tipos de violencia, licitado por la Dirección General de Justicia.

Este programa ya se venía realizando a nivel ambulatorio (fuera de la prisión) desde hace varios años, y son actualmente seis personas las que lo reciben, según informa el Gobierno, que precisa que no es habitual realizarlo dentro de centros penitenciarios pequeños, como el de Iruñea.

De esta forma, apunta, se evita que los participantes deban ser trasladados a otras cárceles mayores si quieren recibir esta terapia.

Actualmente son nueve los internos de la cárcel de Iruñea condenados por agresión sexual o delitos contra la libertad sexual que han sido seleccionados como candidatos a recibir esta terapia.

La Junta de Tratamiento del centro penitenciario ha realizado la selección inicial valorando su voluntariedad a participar en el programa y otras cuestiones como qué proporción de su pena han cumplido ya.

Tres fases

Será ahora, en una primera fase de evaluación, cuando los especialistas responsables del programa realizarán la selección final analizando factores como la motivación de los hechos o su grado de reconocimiento de los mismos.

Esta primera fase continuará con la terapia individual de los candidatos y, más adelante, serán evaluados de nuevo para estudiar si pasan o no a una siguiente etapa de Terapia Grupal. La tercera y última fase es de seguimiento individualizado de cada uno de los participantes en el programa de atención terapéutica.

El programa comenzó el pasado 1 de abril con la primera fase de estudio de candidatos y posterior terapia individual a los finalmente seleccionados. Las personas que reciban esta terapia tendrán unas diez sesiones semanales-quincenales hasta el 31 de agosto.

Posteriormente, está previsto desarrollar la terapia grupal desde el 1 de septiembre de este año y hasta el mes de junio de 2022. Se plantean un total aproximado de 35 sesiones, que se celebrarán de manera semanal.

Esta fase grupal podría, no obstante, ser cambiada por una continuación de la atención individual, tras valorarse la situación de cada interno.

El programa incluye una fase de seguimiento, con sesiones a uno, tres y seis meses, que tendrá lugar entre el 1 de julio de 2022 y el 31 de diciembre de ese año. No obstante, el programa se adaptará a la situación del interno.