Iñaki Telleria

Ultimátum de UEFA a Bilbo hasta el viernes para que deje entrar público en San Mamés

El organismo internacional ha anunciado que pospone su decisión al viernes a la espera de que Bilbo, Dublin y Múnich le confirmen definitivamente si van a dejar o no entrar a público en sus campos. Roma ya ha anunciado que en el suyo habrá aficionados y Sevilla se postula como alternativa a Bilbo.

El alcalde de Bilbo, Aburto, el presidente de la UEFA, Ceferin, y el expresidente de la Federación española Villar, en la presentación de la sede. (Marisol RAMÍREZ/FOKU)
El alcalde de Bilbo, Aburto, el presidente de la UEFA, Ceferin, y el expresidente de la Federación española Villar, en la presentación de la sede. (Marisol RAMÍREZ/FOKU)

Será el viernes cuando el comité ejecutivo de la UEFA decida definitivamente las sedes de la Eurocopa de fútbol, noticia que ha confirmado su presidente, Aleksander Ceferin, tras la reunión en Suiza en la que la han dedicado más tiempo a afrontar el nuevo problema que se les ha presentado con el proyecto de Superliga de doce de los equipos más ricos de Europa.

De esta forma, Bilbo, Múnich y Dublín tienen tres días para confirmar si van a dejar entrar en sus campos a los 15.000 aficionados que el organismo deportivo europeo exige como mínimo. En caso de caer Bilbo, la Federación Española de fútbol ha presentado el estadio de la La Cartuja de Sevilla como alternativa.

Las sedes que no van a tener problemas son Londres, Roma, Ámsterdam, Bucarest, Copenhague y Glasgow.

De esta forma, el PNV y las instituciones vascas se enfrentan a una carrera contrarreloj para seguir adelante o no con la que ha sido una gran apuesta por su parte, lo que va a dar mucho que hablar durante estos días.

Curiosamente, ha sido el propio Ejecutivo autonómico el que ha puesto freno al proyecto al no garantizar a la UEFA que, al menos, un 25% de los aficionados pudieran entrar al campo en la segunda quincena de junio.

Los criterios marcados por Lakua para sumar ese aforo en San Mamés eran que la incidencia de casos bajara a 40 por 100.000 habitantes en los últimos catorce días en el conjunto de la CAV (cuando actualmente se acerca a los 500) y que la inmunidad de grupo alcanzara el 60% (algo que en las mejores previsiones de vacunación se prevé para agosto y no para dentro de dos meses).

De esta forma, está a punto de irse al traste una apuesta polémica, que instituciones gobernadas por el PNV, y sobre todo el Ayuntamiento de la capital vizcaína, habían promovido.

La sede se vendió como una inversión fundamentalmente económica, obviando en todo el momento el significado político que conllevaría tener como equipo local a la selección española, cuando se está negando la oficialidad a la vasca. De haberse mantenido la sede, España hubiera jugado en San Mamés ante Suecia, Polonia y Eslovaquia entre el 14 y el 23 de junio.

La teniente alcalde del Ayuntamiento de Bilbo y ahora alcaldesa en funciones, Amaia Arregi, insistía en que hasta el último momento «todas las instituciones vascas continuamos trabajando para que Bilbo sea sede de la Eurocopa».

Entretanto, al ver que Bilbo no iba a poder garantizar a la UEFA la asistencia de público, algo para lo que tenía de límite este lunes, la Federación Española de Fútbol cambió de caballo en la carrera por la Eurocopa y planteó dos alternativas, una en serio, el estadio La Cartuja de Sevilla y, otra por la boca pequeña, el Wanda Metropolitano de Madrid.

En el caso de la capital andaluza han tratado con ello de compensar el quebranto económico que le ha supuesto albergar dos finales de Copa sin público y sin recibir, por tanto, los ingresos económicos que esperaban de las decenas de miles de aficionados que se hubieran desplazado a Sevilla en condiciones sanitarias normales.

El PP culpa a PNV y PSOE

El diputado del PP y portavoz de Deportes de este partido en el Congreso, Javier Merino, considera que el PNV y el Ejecutivo vasco han impuesto, con el «silencio cómplice del Partido Socialista», unas «condiciones políticas para que la Eurocopa no venga, para que no veamos a la selección española en San Mamés».

Merino ha señalado que las condiciones impuestas por Lakua no las cumpliría «ninguna ciudad de España» y ha añadido que «aquí se han impuesto para que no se cumplan. Son –ha remarcado– unas condiciones políticas para que la Eurocopa no venga».

Ha afirmado que la cuestión no es que Bilbo no cumpla las condiciones exigidas por la UEFA, sino que las condiciones que no se cumplen «son las que ha impuesto Urkullu como excusa para sacar la Eurocopa de Bilbao. En otros lugares se puede celebrar porque no las han impuesto, porque quieren a la selección en su ciudad», ha insistido.

Asimismo, ha anunciado que solicitará la comparecencia urgente en el Congreso del ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, para que «explique exactamente qué habían negociado con Urkullu y el PNV para que Bilbao dejara de ser sede».

El portavoz de Deportes del PP en el Congreso ha pedido al presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, que «ponga todos sus esfuerzos para que la Eurocopa siga en Bilbao».

Por su parte, la presidenta del PP de Vizcaya, Raquel González, ha declarado que el lehendakari «no puede seguir priorizando su ideología antes que las necesidades que tiene esta ciudad».