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Pensionistas de Hego Euskal Herria denuncian las dificultades para sus gestiones en los bancos

Pensionistas se han manifestado en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria y varias localidades para denunciar las dificultades que tienen las personas mayores para acceder a las entidades financieras a gestionar su dinero ante la reducción de la atención en ventanilla por parte de los bancos.

Movilización de pensionistas ante la sede de CaixaBank en Iruñea para denunciar el trato de los bancos hacia las personas mayores. (Andoni CANELLADA/FOKU)
Movilización de pensionistas ante la sede de CaixaBank en Iruñea para denunciar el trato de los bancos hacia las personas mayores. (Andoni CANELLADA/FOKU)

Pensionistas se han manifestado en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria y varias localidades más para denunciar las dificultades que tienen las personas mayores para poder realizar gestiones financieras ante la reducción de la atención en ventanilla por parte de los bancos, lo que provoca «grandes colas» y «perjuicios» a estos clientes.

Las movilizaciones de los pensionistas han puesto el acento en el «grave detrimento» que padecen en la atención bancaria, lo que les dificulta el acceso a su propio dinero. Han expresado su preocupación por las colas que mes a mes se producen en plena calle ante las sucursales bancarias, haga frío, lluvia, nieve o calor, una situación que se ha visto agravada por la pandemia.

En Iruñea, han realizado un recorrido por Alde Zaharra parando frente a sucursales bancarias donde han hecho entrega de un manifiesto con unas peticiones y en el que han subrayado que «el cierre de 2020 de la banca española tuvo 6.000 millones de euros de beneficios».

Además, han señalado que «la informatización y digitalización de los procesos administrativos» en la banca «les ha servido para una drástica reducción de oficinas bancarias y de personal, así como de horarios de servicio al público». El servicio en localidades menores, han apuntado, «ha quedado reducido a dos días semanales o al cierre de sucursal para siempre».

En la movilización celebrada en Gasteiz, el portavoz de Pentsionistak Araba, Jesús María Soubies, ha criticado que las personas mayores hagan largas colas ante las puerta de los bancos «expuestas a las inclemencias del tiempo» para disponer de su dinero en efectivo debido al cierre de sucursales de barrio y en pueblos pequeños.

Otro de los portavoces, Juan Antonio Armentia, ha expuesto que la merma en la atención presencial afecta sobre todo a las personas mayores ante las dificultades que tienen para hacer los trámites a través de internet debido a que, en su mayoría, «no están familiarizados con las nuevas tecnologías».

Los manifestantes se han dirigido por carta a las entidades bancarias para pedirles que «abran ventanillas de atención especificas para las personas mayores», adopten medidas para acabar con las colas al garantizar la atención presencial, restablezcan servicios, aumenten sus plantillas y reduzcan la creciente imposición de comisiones que perjudica a las personas con menos recursos.

Armentia ha señalado que el número de oficinas bancarias en la CAV se ha reducido de 2.006 en 2008 a 1.196 en 2019. En el Estado cerraron 22.628 sucursales y se destruyeron más de 9.000 empleos durante ese mismo periodo de tiempo.

Unos recortes en la atención ciudadana que se producen, a pesar de que, según han expuesto, en el Estado, «la gran banca ha ganado más de 8.800 millones de euros en el primer trimestre de 2021».