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Durante la pandemia se ha reducido un 19% el número de denunciantes de violencia machista

Un total de 559 mujeres denunciaron ser víctimas de violencia de género en la CAV en 2020, un 21,9% menos que en 2019, y 289 en Nafarroa, un 13,2% menos.

Concentración en Donostia en protesta por la violencia machista. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)
Concentración en Donostia en protesta por la violencia machista. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)

El número de denunciantes de violencia machista en Hego Euskal Herria se redujo en un 19% en 2020 respecto al año anterior, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En la CAV, se registraron un total de 559 mujeres víctimas de violencia de género en 2020, un 21,9% menos que en 2019, cuando se alcanzaron las 716. En la CAV se ha registrado la mayor caída de denuncias en el conjunto del Estado español, donde en número de denunciantes fue un 8% menor en 2020 repecto al año anterior.

Respecto a la llamada violencia doméstica, que hace referencia a todo acto de violencia física o psicológica ejercido tanto por un hombre como por una mujer, sobre descendientes, ascendientes, cónyuges, hermanos etcétera, el pasado año en se contabilizaron 391 víctimas, 223 mujeres y 168 hombres, un 1,29% más que en 2019 cuando hubo 386 víctimas, 298 mujeres y 178 varones.

El pasado año se observa que aumentaron un 7,2% las víctimas femeninas de la violencia doméstica en la CAV y bajaron un 5,6% las masculinas.

Nafarroa

No tanto como en Gipuzkoa, Araba y Bizkaia, pero en Nafarroa también se redujo considerablemente el número de denunciantes de violencia de género. Fueron 333 en 2019 y 289 el año pasado, un 13,2% menos.

También bajó el número de denunciantes de violencia doméstica en un 6,19%: en 2019 fueron 97, 35 hombres y 62 mujeres; en 2020, 30 hombres y 61 mujeres.

La pandemia como contexto

A pesar de que el número de víctimas registradas se haya reducido considerablemente, varias asociaciones, entre ellas Emakunde, ya advirtieron de que el confinamiento general decretado en marzo de 2020 dificultó a las víctimas interponer denuncias contra sus agresores y por ello seguramente bajó su número, hasta que repuntó durante la desescalada.