Arnaitz Gorriti

Bilbao Basket camina hacia la fatalidad tras hundirse ante Gran Canaria (71-92)

A falta de cuatro partidos, los hombres de negro deben ganar tres y esperar la derrota de Estudiantes ante San Pablo Burgos, algo que no sucederá si juega con la flojera con la que han afrontado el partido ante Gran Canaria. Los de Mumbrú han perdido sus opciones en la primera mitad.

Matt Costello se cuelga, valiéndose del tremebundo agujero negro que ha sido la zona en la defensa de Bilbao Basket. (A. ARRIZABALAGA / ACB PHOTO)
Matt Costello se cuelga, valiéndose del tremebundo agujero negro que ha sido la zona en la defensa de Bilbao Basket. (A. ARRIZABALAGA / ACB PHOTO)

RETABET BILBAO BASKET 71 - HERBALIFE GRAN CANARIA 92

De los cuatro partido que le restan a  RETAbet Bilbao Basket, deberá ganar tres y rezar para que Estudiantes pierda ante San Pablo Burgos, o de lo contrario, junto con Acunsa GBC, el cuadro bilbaino se irá a la Liga LEB Oro. No hace falta dramatizar, ya que las cosas son así cuando crees que tu destino es irreversible.

Los hombres de negro han disputado un partido que moralmente no han preparado. Quizá estratégicamente tampoco porque su estado físico está cogido con alfileres. Ahora bien, su nula fe en sus propias posibilidades ha supuesto una alfombra roja para que Herbalife Gran Canaria se haya dado un baño de autoestima, sobre todo los interiores Costello, Balcerowski y Stevic, que se han  enseñoreado en la pintura bilbaina.

Mientras tanto, el cuadro vizcaino parece ir camino al descenso sin que parezca que pueda haber una mano que corrija ese rumbo a la fatalidad.

A partir del empate a 16, Gran Canaria ha pasado por encima de un Bilbao Basket que no ha encontrado la manera de cerrar su zona, un coto privado de caza en el que los de Porfi Fisac han cobrado pieza ataque sí, ataque también. Cierto es que en el tercer cuarto Bilbao Basket ha mostrado otra cara, la que necesitará en los partidos que le restan. Pero es que necesita jugar con esa misma rabia y entrega los 40 minutos, sin esperar a que la victoria esté prácticamente imposible.

La primera mitad, desperdiciada

No ha jugado Leonardo Toté y sí, en cambio, Miniotas, recuperado a última hora de la covid-19, igual que Arnoldas Kulboka. Miniotas, ejerciendo de ala-pívot, ha saltado en el quinteto titular, aunque visiblemente mermado, y asolado por las faltas, no ha durado en exceso en el parqué.

El inicio ha sido prometedor, con un 8-2 favorable gracias a los dos triples que Jenkins ha encadenado. Pero ya entonces ha empezado a verse el tremendo agujero en la zona, con Balcerowski y Costello machacando la canasta bilbaina casi en cada ataque.

No ha tardado Gran Canaria en ponerse por delante, aunque los hombres de negro han sabido amarrarse al rebufo visitante, hasta que en el minuto final del primer cuarto los de Porfi Fisac han encadenado un parcial de 0-8 para terminar el primer cuarto con 16-24, cerrado con un triplazo a tablero que ha clavado el joven Javier López.

Tristemente, el partido ha empezado a romperse ahí sin remisión. Un jugador tan poco físico como Oliver Stevic –«temporero» de los hombres de negro hace diez años– ha anotado 12 puntos él solo en el segundo asalto, pasando por encima del endeble juego interior bilbaino, al tiempo que Matt Costello también se ha unido a la fiesta. Y como a un linchamiento todo el mundo se apunta –como bien reza un chiste de Gila–, el lituano Dimsa ha cerrado el segundo asalto con un triple sobre la bocina para cerrar la primera mitad con un 30-50 inapelable.

Lo peor, en todo caso, no ha sido el nivel estratégico ni el técnico, y ni siquiera el físico. Gran Canaria ha jugado lejos de apretar a tope, sino que se ha limitado a explotar el agujero defensivo bilbaino en la pintura, y el resto ha sido coser y cantar, porque en buena medida Bilbao Basket ha salido a la cancha convencido de que iba a perder.

La dignidad llega tarde

Al parecer, la bronca o la conjunra colectiva de Alex Mumbrú y los suyos ha debido ser buena, porque los bilbainos han realizado una reentrada en el tercer cuarto digna de elogio. Sendos triples de Jenkins y Kulboka han tenido continuidad en un mate a la contra de Jaylon Brown, lo cual ha supuesto un parcial de 8-2 que ha obligado a Porfi Fisac a parar el partido.

Por una vez, la defensa de Bilbao Basket ha parecido algo digno de llamarse así y, casi de ultratumba, los de Mumbrú han conseguido arrimarse incluso por debajo de la decena de desventaja, con un Jaylon Brown erigido en líder de la revuelta.

Claro que con tanta precariedad, cualquier contratiempo es un Everest por subir. Una clara falta no pitada sobre el propio Brown ha devenido en doble técnica al jugador y a Mumbrú, y todo ello ha enfriado a los hombres de negro que, con 51-64 en el marcador luego de la enésima canasta de Setevic en la pintura, han visto desvanecerse sus escasas esperanzas.

El tiempo muerto de Mumbrú ha frenado la sangría, pero el triple que Athinaiou ha convertido para el 54-64 ha hallado la respuesta en otro tiro lejano de AJ Slaughter, para dejar el duelo en 54-67 a falta de un cuarto, y sensación de rabia en la garganta de los hombres de negro.

Esa rabia ha servido para que los de Mumbrú hayan intentado otra reacción, al punto de ponerse 60-69, con Athinaiou en vena de aciertos. Pero Gran canaria también está en la pelea de jugar los playoffs y los de Porfi fisac no han dejado la presa así como así. Dimsa, Beirán o Costello han estado al quite para mantener su renta sobre la decena de puntos, al tiempo que el gas de los hombres de negro se ha ido agotando.

Con 63-78 Alex Mumbrú ha pedido tiempo muerto a ha desesperada, pero el duelo ha vuelto a escaparse. De hecho, Gran Canaria ha empezado a juguetear más que a jugar, abusando del «pase extra», pero aun así han podido apuntillar a un Bilbao Basket que ha perdido el partido en los 20 primeros minutos, cuando ha jugado víctima de sus propios complejos. Perder siempre es una opción, y más en una condición tan precaria, pero esperar a estar perdido para pelear es algo que los hombres de negro no merecen hacerse a sí mismos.

FICHA DEL PARTIDO

Bilbao Basket: Hakanson (4), Jenkins (19), Zyskowski (1), Miniotas (2) y Dos Anjos (6) –quinteto inicial–, Huskic (4), Kulboka (13), Jaylon Brown (11), Athinaiou (11), Reyes y Serron.

Gran Canaria: AJ Slaughter (11), Okoye (9), Dimsa (10), Balcerowski (10) y Costello (20) –quinteto inicial–, Beirán (5), Stevic (18), Shurna (4), López (5) y Steimbergs.

Parciales: 16-24, 14-26, 24-17, 17-25.

Alex Mumbrú exige «profesionalidad» a los árbitros

Alex Mumbrú ha sorprendido en su rueda de prensa, ya que ha centrado su discurso al exigir a los árbitros «el máximo nivel de profesionalismo», tras lamentarse de la técnica por «flopping» pitada a Jaylon Brown en el tercer cuarto que ha considerado «una de las claves» en la derrota encajada por su equipo.

«Perdiendo por 20 puntos es difícil decirlo, pero ha sido una de las claves. Mientras estemos en la ACB y estemos luchando me gustaría tener el máximo nivel de profesionalismo. Una acción que para mí ha sido falta clara y nos ponía a siete puntos se ha convertido en una técnica por ‘flopping’ que no lo ha habido en ningún momento», se ha quejado el técnico badalonés.

«Después de haber hecho un gran esfuerzo en el tercer cuarto para ponernos a nueve puntos y con balón hemos sido castigados demasiado duramente y ahí el equipo se han rendido», ha explicado Mumbrú, obviando que en el cuarto período su equipo también se ha arrimado por debajo de la decena de puntos antes del desplome final.

Pese a la mala primera mitad, el técnico de Bilbao Basket ha felicitado a sus jugadores por el esfuerzo realizado después de haber estado diez días confinados por un brote de covid-19.

«Lo han dado todo y algunos me han pedido cambio porque estábamos al límite sobre todo Miniotas y Kulboka que han hecho el esfuerzo por jugar entrenando un día. Han dado el máximo y al final en el tercer cuarto estábamos a 15 y era difícil poder volver, aunque lo hemos intentado», ha concluido Alex Mumbrú.