Toulouse se ha convertido en el primer equipo en ganar cinco Champions tras imponerse este sábado a La Rochelle en una final disputada en el estadio de Twickenham (22-17).

Reza el dicho que las finales son para ganarlas, no para jugarlas, así que los 80 minutos han vuelto a ser, como es habitual, un ejercicio de pragmatismo.

Con las fuerzas tan equilibradas, La Rochelle se ha encontrado antes de la media hora con la losa de tener que jugar con uno menos, tras la expulsión de Botia por meter el hombro con mucha fuerza sobre el cuello de Medard. Los árbitros están castigando sin piedad ese tipo de acciones tan peligrosas para el portador del balón, buscando que los defensores doblen la cintura y vayan a placar abajo, sin chocar arriba.

A pesar de la roja, al llegar al descanso el kiwi Ihaia West mantenía por delante a los de la costa atlántica, en el anunciado duelo de pateadores con Romain Ntamack (9-12).

En la segunda mitad el antiguo apertura de los Blues de Auckland no ha estado fino con el pie, y Toulouse ha hecho valer su superioridad numérica para voltear en marcador con el ensayo del centro argentino Juan Cruz Mallía, que llegó en enero como ‘medical joker’ y jugaba hoy su primer partido como titular en Champions. Ntamack ha seguido sumando para poner el 22-12 y convertirse con su progenitor, el histórico Emile, en la primera pareja padre-hijo que gana este torneo.

En su primera final, La Rochelle no se ha rendido, y el ensayo en el minuto 72 del medio melé Tawera Kerr-Barlow, ex de Waikato Chiefs, ha puesto la emoción en un duelo con 10.000 espectadores en la grada (22-17). Pero Toulouse ha sabido sostener el marcador y de la mano del técnico Ugo Mola se sitúa en solitario en lo más alto del ranking histórico.

Montpellier, por la mínima

Ayer por la noche se disputó la final de la Challenge Cup, la segunda competición continental. Montpellier completó el pleno de los equipos del Top 14 al imponerse por la mínima a Leicester Tigers (18-17).