Tampoco a la tercera ha podido la Real con el Atlético de Madrid esta temporada. Y también en esta ocasión el tropiezo deja consecuencias: si la derrota en abril apeó a las donostiarras de la Copa a las primeras de cambio, el empate que han sellado hoy los dos equipos en Zubieta agota casi al completo sus posibilidades de hacerse con la plaza de Champions por la que se han ilusionado durante toda la temporada.

A tres jornadas del final, aunque para la Real serán cuatro porque el domingo recibirá al Santa Teresa para disputar el partido aplazado de la 28ª jornada, el Real Madrid, que hoy ha ganado en Lezama, le aventaja en doce puntos y el Levante, que ayer se impuso al Madrid, en once. Es decir, que el equipo guipuzcoano está obligado a ganarlo todo (Santa Teresa y Barcelona en casa, Real Madrid y Valencia a domicilio) y esperar que al menos a uno de los dos equipos que le preceden en la clasificación le pase exactamente lo contrario.

Incluso ganando lo habría tenido complicado la Real pero es que además no ha podido con un buen Atlético. Las colchoneras han sido superiores en el primer tiempo aunque un par de buenos contragolpes han permitido al equipo local saberse capaz de ganar.

El segundo tiempo se ha repartido entre los dos rivales. Ha empezado mejor el equipo de Natalia Arroyo pero el Atlético, al que le han sentado bien los cambios, ha ido adueñándose de nuevo del partido conforme avanzaban los minutos, aunque de nuevo ha sufrido con los contragolpes locales. Pero Quiñones y Peyraud-Magnin han estado mejor que las delanteras de ambas equipos. Sobre todo la guardameta francesa que, a los cinco minutos de la reanudación, ha abortado la mejor ocasión del encuentro: un penalti dudoso de Tounkara sobre Amaiur, que ha lanzado Nahikari y que Peyraud-Magning ha tocado para desviarlo al palo.