La vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo ha presentado este lunes ante el Parlamento de Gasteiz la ‘Estrategia Vasca de Empleo 2030’, que fue aprobada el pasado 13 de abril por el Gobierno de Iñigo Urkullu.

Idoia Mendia considera que en estos momentos se vive un cierto «optimismo» ante la evolución de una pandemia que llegó «en un momento de transformación total». «Habíamos dado pasos para la transición digital, energética y demográfica; ahora tenemos que acelerar», ha incidido.

Ha subrayado que lo que ahora se decida en este ámbito «va a condicionar el presente y el futuro». De hecho, ha advertido de que «lo que nos atrevamos a decidir puede condenar a la próxima generación».

En este contexto, ha dicho que «merece la pena dar un paso al frente y comprometernos todos», por lo que ha apelado a dejar de lado la «dialéctica gobierno-oposición».

«No pido adhesiones inquebrantables. Hoy les propongo un paso compartido por un pacto de país para un empleo de calidad, inclusivo e igualitario», ha manifestado dirigiéndose a los integrantes de la Comisión de Trabajo y Empleo del Parlamento.

Las máquinas como «un nuevo éxito»

La ‘Estrategia Vasca de Empleo 2030’ establece el objetivo de situar la tasa de paro por debajo del 10% en 2024 y contempla el reconocimiento del derecho subjetivo a las políticas activas, con el fin de garantizar a los trabajadores su empleabilidad y competitividad a lo largo de toda la vida laboral.

En su intervención, Mendia ha alertado de que en un futuro próximo «van a desaparecer empleos que conocemos». En este sentido, ha asegurado que «todas las prospectivas apuntan a la reducción de empleos», por la transformación de las empresas, pero sobre todo como consecuencia de la digitalización.

«Que las máquinas reemplacen las tareas más penosas será un nuevo éxito, pero van a afectar también a muchos empleos de gestión y administrativos», ha puntualizado la consejera, quien ha advertido de que «eso va a ocurrir lo queramos o no».

Por ese motivo, ha manifestado que, «en lugar de lamentarse» por esta situación, hay que afrontar el reto de «liberar para las nuevas oportunidades todo ese talento que hoy está sepultado en funciones sin valor añadido».

Un nuevo «Estatuto de los Trabajadores»

Mendia ha indicado que, para que el nuevo empleo sea de calidad, «no va a ser suficiente con la dignidad salarial y los derechos laborales».

En su opinión, la formación a lo largo de la vida laboral será «fundamental», ya que las nuevas tecnologías «son una puerta de acceso clave a una gran cantidad de información, conocimiento y recursos», pero requieren de habilidades digitales para aprovechar su potencial.

Al mismo tiempo, ha asumido que el mercado laboral presenta numerosos casos de «trabajos por proyectos o trabajos colaborativos» que, en muchas ocasiones, dan pie a situaciones de «desprotección», y que requieren de una regulación "«que garantice los derechos laborales».

«Es necesario un nuevo ‘Estatuto de los Trabajadores’ que dote de realidad jurídica y garantías a todo este nuevo mundo y que sea útil a empleadores y a trabajadores», ha añadido.

La también secretaria general del PSE ha reconocido que la elaboración de una norma de este tipo excede a las competencias de Lakua, aunque ha asegurado que los representantes de la CAV en el Congreso de los Diputados tienen «mucho que decir» a este respecto.

EH Bildu propone un pacto de país

Durante el debate mantenido en el seno de la comisión, EH Bildu ha propuesto «un pacto de país por el empleo de calidad». Pero ha advertido a PNV y PSE de que «no cabe hablar de empleo de calidad si a la vez se niegan a reclamar la transferencia de las políticas pasivas, la derogación de la reforma laboral, el marco vasco de relaciones laborales, el aumento del salario mínimo y las cláusulas sociales».

Nerea Kortajarena ha destacado la necesidad de «fomentar un empleo basado en unas condiciones laborales justas y adecuadas sin exclusiones y sin discriminaciones» que, en definitiva, «permitan que las y los trabajadores recuperen el control sobre sus vidas».

La coalición ha presentado 45 propuestas en esta dirección pero la mayoría han sido rechazadas por PNV y PSE. Precisamente, los socios del Gobierno de Urkullu han votado en contra de pedir la transferencia de las políticas pasivas de empleo y la derogación de la reforma laboral, y de reivindicar el marco vasco de relaciones laborales para poder decidir, por ejemplo, el salario mínimo