Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

El 86% de los menores de 60 en Nafarroa eligen segunda dosis de AstraZeneca

El arranque de la vacunación de trabajadores esenciales en Nafarroa se muestra contrario a seguir las tesis del Ministerio. Frente a la vacuna de Pfizer que se les proponía, la mayoría opta por una segunda dosis de AstraZeneca.

Una sanitaria prepara una dosis de la vacuna de AstraZeneca. (Gabriel BOUYS/AFP)
Una sanitaria prepara una dosis de la vacuna de AstraZeneca. (Gabriel BOUYS/AFP)

Los trabajadores esenciales navarros menores de 60 años vacunados con AstraZeneca están desoyendo abrumadoramente (en un 86%) las indicaciones del Ministerio y prefieren repetir con la marca, en lugar de recibir una segunda dosis con Pfizer. Sanidad quería, por defecto, completar la vacunación con Pfizer, por lo que para completar el tratamiento con la marca con la que lo iniciaron tuvieron que firmar un consentimiento.

Los datos difundidos ayer son muy preliminares. A lo largo de esta semana serán inmunizados los primeros 8.000 profesionales de un total de 21.000 personas en esta situación. Sin embargo, resultan llamativos por quiénes son los que apuestan por AstraZeneca, dado que hay entre ellos muchos profesionales de la salud.

Optar por una marca o por otra es, desde un punto de vista sanitario y con los datos que hoy se tienen, prácticamente intrascendente. Las trombocitopenias que se vinculaban a la administración de la vacuna de AstraZeneca se daban a razón de una por cada 150.000 personas con la primera dosis. Sin embargo, su frecuencia cae a una por cada millón con la segunda dosis. No está claro por qué, pero se hipotetiza que esta rarísima reacción se debe a razones genéticas, por lo que si se ha tolerado la primera dosis, la segunda no tiene por qué despertarla.

Para cubrir esta remota posibilidad, el Ministerio optó por vacunar con una segunda dosis de Pfizer. Si bien con esta marca estos episodios no se han registrado, no está exenta de reacciones adversas graves a frecuencias tan bajas como las citadas (de un caso entre cientos de miles) como Guillem Barré, miocarditis o parálisis de Bell.

La decisión de Sanidad se apoyaba en el estudio CombiVacs, que ha sido muy cuestionado puesto que solo incluyó a 400 sujetos (más otros 200 de placebo), cifra ínfima si se quieren detectar fenómenos tan infrecuentes. Habrá que esperar a dos estudios diferentes que está llevando a cabo la Universidad de Oxford para comprobar si hay una opción mejor que otra.

Pese a lo que parece como una desautorización absoluta del Ministerio por parte de este colectivo, hay que resaltar que la campaña de vacunación va francamente bien. Nafarroa y la CAV, están cerrando la ronda de primeras dosis de mayores de 55 y, probablemente, a lo largo de esta semana estén todos los mayores de 50 con la mitad del tratamiento. A lo que hay que añadir que las vacunas de Janssen, monodosis, ya empiezan a llegar en cantidad considerable, gracias a lo que una de cada cuatro personas de entre 55 y 59 años ya está vacunada del todo.

Por encima de 70 años, la cobertura es completa. Falla más la franja 60-69, pues allí se empleó en gran cantidad la marca AstraZeneca cuyas dosis se administran muy espaciadas (en la CAV no se ha puesto ninguna segunda dosis, de hecho). Aun así cobertura con una dosis en 60-69 está por encima del 90%.