Los representantes de las comunidades autonómicas y del Ministerio de Sanidad español se reúnen esta tarde para debatir si se amplía a la población de entre 40 y 49 años el uso de la vacuna monodosis de Janssen.

Esta vacuna se ha venido usando de forma simultánea a las de ARNm para completar la vacunación de personas de más de 50 años y, ante las ventajas que supone que la pauta completa se alcance con una sola dosis, Salud Pública acordó el pasado día 11 destinarla a colectivos vulnerables como personas sin hogar, temporeros, migrantes en situación administrativa irregular, etc.

También a grandes dependientes de complicada accesibilidad, con autismo profundo, enfermedad mental con mucha agitación; trabajadores del mar que realizan pesca de altura en campañas de larga duración, población en centros de internamiento o tutelados; cooperantes en países de alto riesgo o personas que no van a estar en el Estado español en las fechas de la segunda dosis por su actividad.

A diferencia de AstraZeneca, Janssen no tiene por ahora limitaciones de edad aunque, como en el caso del suero anglosueco, la estrategia de vacunación la desaconseja para personas con antecedentes de trombocitopenia (nivel bajo de plaquetas) inducida por el anticoagulante heparina.

Basada en la misma tecnología de vectores adenovirales que AstraZeneca, las cifras de estos casos de trombos detectados con la monodosis son aún menos frecuentes que con el preparado anglosueco: en Europa se ha confirmado solo uno de trombosis con trombocitopenia en un total de 1,34 millones de vacunados, en concreto en Bélgica, que decidió suspenderla en menores de 41 años.

Siete países han paralizado la vacunación con Janssen o no han empezado siquiera a administrarla, otros seis la usan con restricciones de edad y 13, entre ellos el Estado español, la utilizan sin límites.

En el orden del día de la reunión de esta tarde también está abordar las recomendaciones que se aplicarán a partir de ahora en eventos multitudinarios, así como otras de prevención e higiene para las actividades al aire libre de la población infantil y juvenil, además de hacer un repaso por las variantes de coronavirus de principal interés.

Además, en el debate podría colarse la posibilidad de relajar el uso de la mascarilla en exteriores.