El Parlamento de Gasteiz ha rechazado tramitar una proposición de ley de EH Bildu dirigida a que los grandes centros comerciales estén obligados a pagar un «impuesto ambiental» que grave su afectación al medio ambiente, entre otros motivos, por el uso del vehículo privado para llegar a ellos.

La Cámara se ha posicionado mayoritariamente en contra de la toma en consideración de esta iniciativa, con los votos contrarios de PNV, PSE, PP+Cs y Vox, mientras que sí han avalado que siguiese adelante Elkarrekin Podemos-IU, además del grupo promotor.

Con este texto, la coalición soberanista buscaba poner en marcha un gravamen que supondría que los centros comerciales pagaran 15 euros por cada metro cuadrado de superficie útil que ocupan para venta y exposición de productos, y 12 por cada metro cuadrado de aparcamiento, con lo que se recaudarían 12 millones de euros anuales solo con el tributo por venta y exposición.

«El disfraz verde»

El parlamentario de EH Bildu, Iker Casanova, ha enmarcado su propuesta en la «fiscalidad verde», y ha acusado al Gobierno autonómico y a los partidos que lo conforman (PNV y PSE) de situarse «a la derecha del FMI, de Biden, de Macron y de Merkel» al ponerse «el disfraz verde» pero a la vez «asomar la patita de la sumisión a los grandes grupos y a las grandes empresas».

Desde el PNV Itxaso Berrojalbiz ha opinado que un tributo de estas características ralentizaría la recuperación de este sector tras la pandemia, mientras que Susana Corcuera (PSE) ha opinado que sería contradictorio con el sistema tributario de la CAV y que podría provocar «disfunciones en la política de promoción del comercio».