Imanol Carrillo
Kirol-erredaktorea / Redactor deportivo

Rahm se hace «major» tras pasar de la desolación a la gloria en 15 días

El vizcaino se ha convertido en el primer jugador vasco en imponerse en el Abierto de Estados Unidos de golf, consiguiendo este domingo su sexto título del PGA Tour, y se alza de nuevo hasta el número uno mundial. Las cinco frases que definen al de Barrika en su página web se van haciendo realidad.

Jon Rahm celebra un birdie en el hoyo 18 en la última jornada del Abierto de Estados Unidos. (Ezra SHAW / AFP)
Jon Rahm celebra un birdie en el hoyo 18 en la última jornada del Abierto de Estados Unidos. (Ezra SHAW / AFP)

«Quiero ser parte de la historia del golf». Así reza una de las cinco frases que definen a Jon Rahm en su página web. El vizcaino hizo historia en la madrugada del domingo a lunes al ser el primer jugador vasco en ganar en Torrey Pines el Abierto de Estados Unidos, uno de los cuatro majors de la temporada del golf. Este hecho le devuelve al número uno mundial.

Lo hizo, además, después de haber superado el covid-19, enfermedad que el pasado 5 de junio le apartó del torneo Memorial cuando estaba a punto de ganarlo. Aquella imagen desaladora de Rahm, en el hoyo 18 de la jornada sabatina cuando los jueces le anunciaron su positivo, dio la vuelta al mundo. Sus padres habían viajado para ver a su nieto y Rahm estuvo aislado.

Por eso se explica más la emoción con la que Rahm celebró el domingo su triunfo en Torrey Pines, a las afueras de San Diego, California. El abrazo con sus padres, Edorta y Ángela, o los besos cómplices con su mujer Kelley y su hijo Kepa lo dicen todo. «Hombrecito, no tienes idea de lo que esto significa en este momento», le dijo Rahm a su hijo en el campo cuando ganó. «Lo harás muy pronto».

«Soy un gran creyente en el karma», dijo un emocionado Rahm. «Después de lo que sucedió hace un par de semanas, me mantuve muy positivo sabiendo que iban a suceder grandes cosas. No sabía qué, pero estábamos llegando a un lugar donde obtuve mi primera victoria y es un lugar muy especial para mí y mi familia. Sentí que las estrellas se estaban alineando».

«Para mí sería bonito ganar los cuatro grandes», afirma en otra de las frases de su página web. Ahora, a sus 26 años y con un grado de madurez ‘especial’ tras haber sido padre hace casi tres meses, el jugador de Barrika ha alzado su 13º título como profesional. Lo hizo en el Día del Padre. Se trata de la sexta victoria en el PGA Tour tras Abierto de San Diego en 2017, CareerBuilder Challenge en 2018, Zurich Classic de Nueva Orleans en 2019, y Memorial Tournament y Campeonato BMW en 2020.

El del domingo es el primer major que consigue, pero, por ejemplo, en sus cinco participaciones en el Masters de Augusta ha estado muy cerca de pelear por la ansiada chaqueta verde con la que Txema Olazabal se vistió dos veces. No ha bajado del top-10 en ninguna de sus participaciones, como mejor resultado un cuarto puesto en 2018. Además, en el Circuito Europeo tiene otras seis victorias: Irish Open en 2017 y 2019, DP World Tour Championship en 2017 y 2019, y Open de España en 2018 y 2019.

«La presión se trabaja desde una gran fuerza mental» es otra de las frases que definen al vizcaino. En el Abierto de Estados Unidos que acaba de ganar, Rahm siempre ha ido con desventaja, a remolque. En la primera jornada, que fue acortada por la niebla, acabó con una tarjeta de 69 impactos, a dos golpes de los líderes, tras acumular cinco birdies por tres bogeys. En la segunda (70 golpes) le pasó lo mismo, y en la tercera, sin tener su mejor día pero logrando un eagle en el hoyo 14, llegó con opciones al día clave. El domingo, Rahm era quinto, a dos golpes de los líderes, y terminó ganando el Abierto de Estados Unidos.

«Marco la diferencia. Ambición y determinación para conseguirlo». Esta frase también se hizo realidad. El domingo comenzó de maravilla, con dos birdies consecutivos en los dos primeros hoyos, pero un bogey en el cuarto frenó el ímpetu del vizcaino. Sin embargo, la segunda vuelta estuvo llena de dobles bogeys por muchos de los contendientes y, además, el campeón defensor, el estadounidense Bryson DeChambeau, sufrió un colapso impactante.

En ese momento clave, el de Barrika hizo un putt para birdie de más de siete metros en el hoyo 17 que le permitió alcanzar a Louis Oosthuizen. Enterró otro putt rizado para birdie de izquierda a derecha desde menos de cinco metros en el hoyo final para lograr la victoria con un impacto de ventaja sobre el sudafricano, que en el hoyo 17 hizo bogey y luego falló la calle en el par 5 18 que le impidió ir al green para echar un vistazo al eagle que hubiese forzado el desempate. Se conformó con un birdie y un total de 279 golpes.

«Mi meta es ser el mejor en todo lo que hago». Además del Nº1, Rahm consigue muchas cosas más. Por lo pronto, se pone Nº1 en la Race to Dubai, por delante precisamente de Oosthuizen, y se coloca segundo en la FedEx Cup, solo por detrás de Patrick Cantlay. Más cosas: toma el mando de las dos listas de la clasificación para la Ryder Cup, la europea y la mundial. En la europea casi dobla en puntos al segundo clasificado, Tommy Fleetwood. Obviamente, su clasificación es matemática. Brutal.