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Declaran al ejecutivo de hidroeléctrica David Castillo culpable del crimen de Berta Cáceres

El Tribunal de Sentencia de Honduras ha declarado culpable a Roberto David Castillo como coautor de la muerte de Berta Cáceres en 2016. Castillo era directivo de la hidroeléctrica DESA, firma responsable del proyecto contra el que luchaba la activista ambientalista.  

Roberto David Castillo, conducido por la Policía a escuchar la sentencia por el caso de Berta Cáceres. (Orlando SIERRA/AFP)
Roberto David Castillo, conducido por la Policía a escuchar la sentencia por el caso de Berta Cáceres. (Orlando SIERRA/AFP)

El fallo contra Castillo ha sido notificado este lunes por el Tribunal de Sentencia «por unanimidad de votos» y la pena de prisión a la que será condenado se conocerá el próximo 3 de agosto, según ha afirmado la portavoz del poder Judicial, Lucía Villars.

Castillo, militar y ejecutivo de la Empresa Desarrollos Energéticos S.A (DESA), ha sido condenado como «coautor intelectual» del crimen de la ambientalista de la etnia lenca y puede enfrentar una pena de entre 20 y 25 años, ha agregado Villars.

A Berta Cáceres la mataron el 2 de marzo de 2016 en la ciudad de La Esperanza, departamento de Intibucá, en el occidente de Honduras, pese a contar con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para protegerla de las constantes amenazas que recibía.

Según el Tribunal de Sentencia, el condenado tuvo comunicación con Douglas Bustillo, uno de los siete condenados en diciembre de 2019 como coautor del crimen de Berta Cáceres, ha añadido Villars.

«Supuestamente David Castillo habría trabajado en la organización y logística para darle muerte a Berta Cáceres», ha subrayado la portavoz del Supremo hondureño.

La ambientalista, cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) en 1993, se enfrentó a DESA por defender el río Gualcarque, donde esa firma pretendía construir la represa hidroeléctrica Agua Zarca, por considerar que causaba daños al medioambiente, principalmente a las comunidades de la etnia lenca.

En diciembre de 2019 un tribunal de Honduras condenó a cuatro de ocho acusados a 34 años de prisión por la muerte de Cáceres y a 16 por «intento de asesinato» del mexicano Gustavo Castro. Otros tres fueron sentenciados a 30 años de cárcel, como coautores del crimen.

«Victoria de los pueblos»

El veredicto condenatorio es «una victoria de los pueblos del mundo que han acompañado este proceso, de la comunidad solidaria y de los derechos humanos», ha subrayado Bertha Zúñiga, una de las hijas de la ambientalista, una primera valoración del fallo.

La condena significa que «las estructuras de poder no lograron en este caso corromper al sistema de justicia, y que la estructura criminal de la familia Átala Zablah, de la cual es instrumento el condenado (Roberto) David Castillo, no logró sus objetivos», ha indicado Zúñiga al leer un comunicado del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).

La causa Berta Cáceres «no termina» con la resolución del Tribunal hondureño y se encamina «firmemente» a llevar ante la justicia a los autores intelectuales de los hechos, ha añadido.