Natxo Matxin
Redactor especializado en deporte. Osasuna

Italia necesita los penaltis para llegar a la final tras doblegar a una España que propuso

Italia es la primera finalista de la Eurocopa 2020 tras superar en la tanda de penaltis a una España que propuso más fútbol que los transalpinos, pero que no lo tradujo en acierto y acabó pagándolo en la suerte decisiva desde los once metros.

Jorginho, que ha anotado el penalti decisivo, celebra con sus compañeros el pase italiano a la final. (Carl RECINE/AFP)
Jorginho, que ha anotado el penalti decisivo, celebra con sus compañeros el pase italiano a la final. (Carl RECINE/AFP)

Pese a renunciar al estilo vistoso impuesto por Roberto Mancini desde su llegada al banquillo, Italia ha conseguido el objetivo de clasificarse para la final, no sin sufrir lo suyo ante una España que solo ha hincado la rodilla en el último momento.

Bien por iniciativa propia o empuje del rival, lo cierto es que los transalpinos han cedido el control del choque a los pupilos de Luis Enrique, que han propuesto bastante más fútbol, pero no lo han traducido en acierto, además de asumir demasiados riesgos en defensa, aprovechando alguno de ellos su adversario.

Dos estilos contrapuestos –sí que han coincidido ambas escuadras en presionar arriba durante los primeros compases del choque– que no han surtido efectos en el marcador durante una primera parte que ha dispuesto de oportunidades mutuas, pero sin acierto de cara a gol.

La primera ha estado a punto de firmarla Mikel Oyarzabal –la gran sorpresa del once hispano al saltar como falso delantero centro titular relegando a Morata al banquillo–, pero el balón se le ha quedado atrás. También la ha tenido Barella, pero se ha entretenido en regatear cuando podía haber disparado prácticamente a puerta vacía.

Con España creando superioridad numérica en el medio campo gracias a los movimientos de Dani Olmo, el futbolista catalán ha dispuesto de dos chuts, el primero más peligroso, que se ha encontrado con la ágil estirada de Donnarumma.

Sin embargo, la más clara ha sido para la Azzurra, con un Emerson que ha percutido muy bien por el flanco izquierdo mientras le ha aguantado el físico y que ha estrellado el cuero en el travesaño al filo del descanso tras protagonizar una de sus internadas.

Chiesa saca a relucir su talento

El entretiempo no ha variado la tónica del duelo. Busquets ha tenido el 0-1 en un remate viniendo desde segunda línea que ha rozado el larguero y de nuevo Oyarzabal ha probado un chut lejano que ha detenido sin mayores problemas el guardameta italiano, quien ha iniciado de manera inmediata el lance del 1-0.

Desde propia área, Italia ha batido las líneas hispanas hasta acabar cayendo la pelota en los dominios del talentoso Chiesa, que hasta ese momento no había dispuesto de balones en condiciones. No le ha costado mucho sacar a relucir su calidad, le ha bastado un recorte, perfilarse y percutir un lanzamiento colocado con toda la intención del mundo.

La escuadra transalpina ha tenido desde ese momento y durante veinte minutos el partido donde quería. De hecho, una vez más a la contra, Berardi ha dispuesto de una doble ocasión para finiquitar la contienda a diez minutos para la conclusión del tiempo reglamentario.

No lo ha logrado y España ha encontrado premio al acoso y derribo del área italiana en el que se ha empeñado a raíz del 1-0. Y sorprendiendo por el centro a una zaga italiana invulnerable hasta ese momento. Tras una pared con Olmo, Morata les ha hecho un roto a sus compañeros de equipo, Bonucci y Chiellini, anotando de manera precisa con la zurda.

La igualada ha espoleado a un equipo hispano que ha llegado mejor al último tramo y que parecía poder remontar en la prórroga. La media hora de añadido, sin embargo, ha estado marcada por el cansancio y el miedo a perder, con escasas aproximaciones, más allá de algunas complicaciones que han generado los de Luis Enrique a balón parado.

Ya en la decisiva tanda de penaltis, Italia ha estado más certera, errando solo Locatelli, mientras que quienes han forjado el 1-1 –Olmo y Morata– no han estado tan precisos desde los once metros. Jorginho ha marcado la pena máxima decisiva que da opciones a la Azurra de sumar su segunda Eurocopa a su exitoso palmarés a nivel mundial.

Ficha del partido:

Italia: Donnarumma, Di Lorenzo, Bonucci, Chiellini, Emerson (Toloi, m.73), Jorginho, Barella (Locatelli, m.85), Verratti (Pessina, m.73), Chiesa (Bernardeschi, m.107), Insigne (Belotti, m.85) e Immobile (Berardi, m.62).

España: Unai Simón, Azpilicueta (Marcos Llorente, m.85), Eric García (Pau Torres, m.109), Laporte, Jordi Alba, Busquets (Thiago, m.106), Koke (Rodri, m.70), Pedri, Ferrán Torres (Morata, m.62), Dani Olmo y Oyarzabal (Gerard Moreno, m.70).

Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a Busquets (m.51), Toloi (m.97) y Bonucci (m.118).

Goles: 1-0, m.60: Chiesa. 1-1, m.80: Morata.

 

Inglaterra pelea contra su historia y la revelación danesa

Inglaterra tendrá que pelear contra su historia y la revelación danesa –miércoles, Wembley, 21.00, Telecinco– para alcanzar su primera final de una Eurocopa y estar así más cerca de un título que ansía con ahínco.


Aliento no le va a faltar, pues dispondrá de hasta 60.000 gargantas en un Wembley a rebosar, con escasa presencia de aficionados escandinavos por las restricciones en los desplazamientos a raíz de la Covid-19.

Su trayectoria en el torneo le da, además, la condición de favorita, máxime después de la rotundidad con la que dejó en la cuneta en cuartos a Ucrania.

Pero enfrente tendrá un rival experto en dar campanadas, como lo demostró en la edición de 1992 y que ha sabido sobreponerse al duro palo humano de su estreno con el ya conocido episodio de Eriksen. 


El regreso de Yussuf Poulsen a la titularidad en la punta de ataque –ya jugó unos minutos contra la República Checa– puede ser la gran novedad por parte de Dinamarca, mientras que Inglaterra podría repetir el mismo once de su último compromiso.