NAIZ
Teherán

Irán inaugura una terminal de exportación de petróleo que evita las aguas del Golfo

El presidente iraní, Hassan Rohani, ha saludado este jueves la «histórica» inauguración de una nueva terminal de exportación de crudo en el golfo de Omán, lo que evitará a los petroleros tener que atravesar el estrecho de Ormuz, entrada al golfo Pérsico donde patrullan navíos de guerra de EEUU.

Captura de pantalla en la que se observa la terminal petrolera de Jask, tomada durante su inauguración mediante videoconferencia desde Teherán. (Presidencia de Irán | AFP)
Captura de pantalla en la que se observa la terminal petrolera de Jask, tomada durante su inauguración mediante videoconferencia desde Teherán. (Presidencia de Irán | AFP)

El nuevo oleoducto permitirá a Irán exportar su petróleo a partir del puerto de Jask, en el golfo de Omán, ahorrando a los buques cisterna varios días de navegación desde el puerto de Kharg, en el Golfo, y evitando el estrecho de Ormuz, corazón de vivas tensiones estratégicas entre la República Islámica y Estados Unidos, que tiene varios navíos de guerra en la zona.

«Que empiece la explotación del oleoducto de mil kilómetros para la transferencia de crudo de Goreh (suroeste) a Jask (sureste), y la explotación de la terminal de exportación de la región de Makran», en el puerto de Jask, ha declarado este jueves Hassan Rohani en un discurso televisado.

«Hoy es un día histórico para la nación iraní», ha afirmado el presidente, quien ha indicado que, sin esta nueva terminal, las exportaciones de petróleo podrían verse «interrumpidas» si hubiera «problemas».

El estrecho de Ormuz, con 40 km de ancho, es una de las vías marítimas más importantes del mundo para el transporte de crudo, ya que es casi la única comunicación entre los productores de hidrocarburos de Oriente Medio y los mercados de Asia, Europa y América del Norte.

Un proyecto clave para la seguridad energética

El presidente iraní ha estimado en dos mil millones de dólares el valor total de este proyecto iniciado hace dos años. «La industria del petróleo es muy importante para nosotros, pero también para nuestro enemigo, que impuso sanciones al petróleo», ha recordado en referencia a las sanciones impuestas por Washington.

Desde junio de 2019, Irán y EEUU han rozado el conflicto bélico en dos ocasiones: por las tensiones en el Golfo y por el acuerdo internacional de Viena sobre el programa nuclear iraní alcanzado en 2015. Pero la República Islámica retomó las negociaciones con otros actores de este pacto: Alemania, Gran Bretaña, China, Estado francés y Rusia.

En mayo de 2018, Donald Trump denunció unilateralmente este acuerdo y restableció las sanciones estadounidenses que el tratado de 2015 había permitido levantar, lo que desencadenó una fuerte recesión en Irán y la pérdida de la mayoría de sus clientes tradicionales de crudo.

«Este proyecto ilustra el hundimiento de las sanciones», ha indicado el ministro iraní de Petróleo, Biyan Namdar Zagane, durante la inauguración. A causa de las sanciones estadounidenses, Irán es muy discreto respecto al destino de sus exportaciones de crudo, mientras que Estados Unidos le acusa de exportar a China, Venezuela y Siria, habiendo requisado en varias ocasiones petroleros con crudo iraní, sin que se mencionase su destino.