Suecia ha hecho doblete en lanzamiento de disco, con Daniel Stahl oro ysu compatriota Simon Petterson, plata. El austríaco Lukas Weisshaidinger ha completado el podium con el bronce.

Dos años después de proclamarse campeón del mundo en Doha, Daniel Stahl ha cambiado el oro de aquel Mundial por el oro olímpico. Con un lanzamiento de 68,90 metros, es el primer atleta sueco que consigue el título olímpico de disco.

Stahl ha necesitado un segundo tiro para tomar el mando de la final olímpica, pero ha terminado batiendo con holgura a sus rivales. Su compatriota Simon Petterson ha logrado la medalla de plata con 67,39 y el austríaco Lukas Weisshaidinger la de bronce con 67,07.

El podio ha estado más allá de los 70 metros. Solo otro lanzador, el australiano Mtathew Denny (67,02), ha superado esa barrera.

El colombiano Mauricio Ortega, en su primera final olímpica (no pasó a la de Río 2016), ha terminado séptimo con 64,08, un poco menos que en la ronda clasificatoria (64,49).

Stahl ha progresado mucho en este largo ciclo olímpico. En Río 2016 no se clasificó para la final, pero al año siguiente ya fue segundo en los Mundiales de Londres y en 2019 se coronó campeón universal en Doha. Durante los últimos cuatro años nadie le ha podido apear del primer puesto del ránking mundial.

El nuevo campeón olímpico había llegado a Tokio con 12 victorias en 13 competiciones y una marca mundial dominante: 71.40. No ha defraudado las expectativas.