Arnaitz Gorriti

La exjugadora Marta Xargay sufrió bulimia a causa del exseleccionador español Mondelo

En una entrevista hecha pública por «El País» y que ha visto la luz tras los Juegos Olímpicos a causa de la mediación de la Federación Española de Baloncesto, la exjugadora, retirada del basket profesional a los 30 años, aduce a la presión sometida por su entrenador en su etapa en el Dynamo Kursk.

Marta Xargay, flanqueado por Sonja Vasic y Anna Cruz, durante su etapa en el Dynamo Kursk, a las órdenes de Lucas Mondelo. (FIBA BASKETBALL)
Marta Xargay, flanqueado por Sonja Vasic y Anna Cruz, durante su etapa en el Dynamo Kursk, a las órdenes de Lucas Mondelo. (FIBA BASKETBALL)

El periódico «El País» ha publicado este domingo una entrevista con la exjugadora profesional de baloncesto Marta Xargay en la que desvela que, a causa del la presión psicológica padeció bulimia y ortorexia –obsesión por la comida sana– sometida por el exseleccionador español Lucas Mondelo durante su etapa en Kursk, Rusia.

Las confesiones de la exjugadora, retirada temporalmente a inicios de 2020 y que hace un par de meses anunció su retirada definitiva con solo 31 años, han salido a la luz ahora cuando la entrevista debía salir al aire dos días antes de que la delegación española del basket femenino, con el propio Mondelo al frente, acudiera a Japón. La Federación Española de Baloncesto, de la mano del su mismísimo presidente Jorge Garbajosa, retrasó su publicación pidiéndole a la exjugadora retrasarlo para que no interfiriera en la actuación de la selección femenina de baloncesto en el torneo olímpico.

«Llegó el momento en el que tuve que anteponer la persona a la deportista. No podía seguir aguantando cosas inasumibles», ha confesado la gerundense tras retirarse. Xargay, que coincidió con Lucas Mondelo en el Dynamo Kursk en la temporada 2018/19, relata un episodio de ese año en el que el seleccionador le prohibió a ella y a su compañera Sonja Vasic –el artículo la menciona con su apellido de soltera, Petrovic– comerse el postre porque según él «estaban gordas».

«Es duro, he tenido muchos problemas con la comida por culpa de esta persona. En ese momento, yo pesaba 67 kilos, y mido 1,82 metros. Me encontraba bien físicamente, pero eso me generó mucha inseguridad, dentro y fuera de la pista"», ha relatado Xargay.

La exjugadora gerundense, curiosamente, uno de los comodines que Lucas Mondelo más ha exprimido así en la selección española como a nivel de club por su polivalencia, ya que podía llegar a jugar desde el puesto de base al de ala-pívot, habla de desconsideraciones y faltas de respeto en su caso.

«No ha sabido controlar su autoridad. En ningún momento me ha respetado, ni como jugadora ni como persona. Ha tenido muchos comentarios, públicos y privados, atacándome y metiéndose a valorar mi vida privada –la novia de Marta Xargay es la jugadora estadoundense Breanna Stewart, una relación surgida en la etapa de la catalana en la WNBA, en Phoenix– y mis relaciones».

Las maneras de Mondelo de controlar el peso de las jugadoras –obligándolas a pesarse cada semana– chocaban con las órdenes de su psicóloga que le prohibía pesarse por el transtorno alimenticio que sufría en ese momento Xargay. En concreto, el diagnóstico médico fue bulimia y ortorexia.

«Me sentía mal por comer, aunque fuera una ensalada... no disfrutaba de la comida, me ponía a comer con ansiedad y después me iba al baño», ha confiesado. Su obsesión llegaba a tal punto de pasarse dos horas en el supermercado mirando los componentes de todos los productos, hasta perder el sentido de la realidad.

Mientras sufría esta enfermedad compitió en el Europeo de 2019 y consiguió el oro con la selección española, fue la máxima anotadora de la final ante Francia, la segunda que más minutos jugó en el torneo, y fue elegida en el quinteto ideal del campeonato. A los ojos de los demás, Marta Xargay había afrontado un buen Europeo, pero ninguno sabía que sus problemas con la comida que le afectaban también en su carrera profesional.

«No sé de dónde saqué las fuerzas. Fue un: soy más grande que tú, voy a poder contigo. Me apasionaba jugar y quería otra medalla», ha expresado la triple campeona de Europa y dos veces ganadora de la Euroliga en la entrevista.

La marcha de Marta Xargay ha coincidido en el tiempo con las renuncias de Anna Cruz o Laura Nicholls. Ambas, con el mismo discurso que el de Xargay, reconocieron que preferían pensar por una vez en su vida que en el baloncesto, aunque en su caso es justo apreciar el bajón baloncestístico que han experimentado. En todo caso, en la despedida de Anna Cruz, dejó atrás su habitual reserva y timidez y, sin citar nombres, puso sobre aviso a los rectores de la selección española, que pomposamente gusta llamarse «La Familia».

«A la familia no se le trata así», dijo la exjugadora de Araski en su carta de despedida.

Tras alejarse del deporte, que le ha dado siete medallas y 14 títulos de clubes, y con ayuda profesional Marta Xargay vuelve a quererse y aceptarse, sin embargo, este problema ha marcado su vida.

«Aun a día de hoy, que ya no hago tonterías con la comida, noto que eso ha dejado huella y va a estar conmigo toda mi vida. El pensamiento vuelve de forma recurrente y la presión social con los prototipos de mujer ideal no deja de fomentarlo», ha subrayado.

Condena autojustificativa

Lucas Mondelo no ha querido pronunciarse aún sobre estas palabras, pero sí la Federación Española de Baloncesto, quien ha remitido una autojustificativa nota de condena al comportamiento de su ya exseleccionador.

«A raíz de la información publicada por el diario ‘El País’, la FEB quiere hacer público su apoyo a Marta Xargay y mostrar su firme condena ante cualquier conducta abusiva. También quiere señalar que, como ha reconocido la propia exjugadora, no tuvo conocimiento de esta situación hasta la publicación de dicha información, ya que no hubiera consentido un comportamiento de este tipo dentro de uno de sus equipos», reza la entradilla de la nota

En la misma, alude que «la Federación quiere hacer constar que nunca tuvo conocimiento de un problema así dentro de sus equipos, ya que no lo hubiera consentido por ser contrario a los valores que promueve desde hace muchos años».

Al punto de lanzarse al ruedo del ejercicio de control de daños, el ente que dirige Jorge Garbajosa justifica su trabajo de censura. «Cuando fue advertida de la existencia de una información crítica con la actuación del Seleccionador nacional se le concedió la posibilidad de conocer su contenido. De haber podido saber lo que ahora se denuncia, no habría mantenido a Lucas Mondelo en el cargo, aunque se estuviera a horas del comienzo de los Juegos Olímpicos», ha afirmado.

Para ello, el comunicado cita unas palabras de la propia Marta Xargay, que añade que «la Federación Española de Baloncesto no estaba al tanto de lo que me pasaba y quiero agradecer el apoyo que me han brindado siempre, al igual que mis compañeras y el resto del cuerpo técnico».

La FEB, que acaba de rescindir el contrato de Lucas Mondelo tras un verano en el que, por primera vez desde la llegada del ya exseleccionador, el combinado hispano se ha quedado sin medalla así en el Eurobasket como en los Juegos Olímpicos, había prorrogado con anterioridad la relación contractual con el controvertido entrenador hasta 2024.

Con todo, en su nota sí reconoce la existencia «el desgaste de la relación entre el Seleccionador y las jugadoras, pero nunca fue informada de ningún comportamiento de este tipo, sino que todo se circunscribió al ámbito de las relaciones habituales entre un entrenador y su equipo. Esta circunstancia también fue valorada, junto a la no consecución de los objetivos deportivos regulados en su contrato, cuando se decidió que Lucas Mondelo no continúe al frente de la Selección Femenina».