Con su barqueta Norma, Joseba Iraola es el principal favorito para hacerse con la victoria en la XIV edición de la Subida a Aia, prueba automovilística que se disputa este próximo sábado y que cuenta con una interesante participación de pilotos, tanto en la modalidad de barquetas como de turismos.

Puntuable para los Campeonatos Vasco y Guipuzcoano de Montaña, el evento organizado por la Escudería Lagun-Artea, en el que colaboran los vecinos de la localidad, se iniciará a las 14.30, con las dos primeras mangas de entrenamiento. A continuación, se disputarán otras tantas, pero ya oficiales, en las que los conductores buscarán realizar el mejor tiempo posible.

El récord de la prueba lo ostenta el citado Iraola, con un tiempo de 1:44.827 que logró en 2020, a una velocidad media de 129 kilómetros por hora. Son casi cuatro kilómetros contra el cronómetro, ya que la salida, como el año pasado, se situará a 300 metros de la antigua. Los tiempos podrán ser seguidos online en la página www.fotomotor.es.

El parking de Estampaciones Gipuzkoa hará las veces de parque de asistencia, donde solo podrán entrar el piloto, acompañado de tres mecánicos como máximo, además de los miembros de la organización. Los comisarios técnicos llevarán a cabo las verificaciones de seguridad oportunas entre las 09.30 y 12.30 en Gozategi Plaza.

Intentarán eclipsar la magnífica temporada que está protagonizando Iraola con su Norma NP-01 rivales de entidad, como Arkaitz Ordoki, con una Norma con motor de dos litros; Abel Lombardo, con su Fórmula Dallara F395; Garikoitz Flores, con un CM Tálex M3; el jovencísimo Aitor Manso, con un BMC B49; o Josu Beitia y su Speed Car GT1000.

En lo que se refiere al apartado de turismos, la lucha por la victoria estará entre Bruno Scherer, con su Porsche 911; Beñat Población y su Mitjet V6; Petre Marius con un Mitsubishi EVO VIII; y Lebeiti y su Renault Megane Trophy; sin ocultar que hay otros pilotos con buenas monturas que podrían dar la sorpresa.

Los organizadores solicitan la colaboración del público para que se sitúen en lugares seguros y nunca en los puntos marcados con cinta roja. Aseguran que el recorrido «es lo bastante amplio como para ver la prueba con seguridad y respetando la distancia interpersonal», con el objetivo de que la carrera «sea un éxito».