Víctor Esquirol

Davies: «Siempre he estado obsesionado con el tiempo, su transcurrir, las memorias...»

El director Terence Davies, el actor Jack Lowden y el productor Mike Elliott han debatido sobre poesía, biografías y el peso de las emociones en la escritura, incluso sobre el futuro que dibuja la era digital, en la presentación de “Benediction”, flamante entrada en la competición de Zinemaldia.

Lowden y Elliot, actor y productor de la película de Davies, que ha intervenido a distancia. (Gorka RUBIO | FOKU)
Lowden y Elliot, actor y productor de la película de Davies, que ha intervenido a distancia. (Gorka RUBIO | FOKU)

El veterano cineasta inglés Terence Davies ha contestado a las dudas e inquietudes de los periodistas desde la distancia, gracias a unas herramientas (digitales) que jura no entender. «Sinceramente, no sé hacia dónde vamos», ha dicho, preguntado respecto a los nuevos modelos de consumo cinematográfico. «Solo me alegro de haber conseguido hacer otra película, y confío en que esta pueda disfrutarse en una sala de cine, y no en una tostadora (sic)».

«Pues es en la sala de cine, a oscuras y a 24 fotogramas por segundo, donde se cuenta la verdad». Davies no ha podido acudir presencialmente a su cita con Zinemaldia, pero ha inundado la sala de prensa del Kursaal con su sabiduría fílmica, humana. «Descubrí el mundo de la lírica a mis 18 años, gracias al primer aparato de televisión que compramos en casa, ahí vi a sir Alec Guiness recitando poesía. En aquel entonces no entendí absolutamente nada, pero quedé totalmente enamorado de aquellas palabras».

A la hora de llevar a la gran pantalla la vida y la obra del poeta Siegfried Sassoon, Davies ha afirmado que intentó reproducir este sentimiento: «Mis guiones van empalmando picos emocionales. Siempre que detecto uno, ya pienso en cómo llegar al siguiente». A partir de aquí, el cineasta inglés vio en el objeto de estudio un vehículo ideal para los grandes temas que han marcado su filmografía.

«Siempre he estado obsesionado con el tiempo, con su transcurrir, con las memorias que van sedimentando en él. Me interesa mucho plasmar la manera en que va cambiando la percepción que tenemos sobre nosotros mismos; sobre el mundo que habitamos. O sea, hablar de cómo vamos construyendo el relato de nuestra vida».

Pero, ¿cómo y cuándo descubrió a la figura de Siegrfied Sassoon? «En mi juventud, allí quedé prendado de su lenguaje precioso. Pero no fue hasta mucho después cuando decidí indagar en su vida personal. Cuando empecé a investigar, no pude evitar quedarme sorprendido, una y otra vez, ante lo que iba aprendiendo de él. Me vi obligado a preguntarme continuamente: ¿Por qué? ¿Por qué hizo esto? ¿Por qué optó por aquello? Y así fue tomando cuerpo este biopic».

Uno de los aspectos de la biografía de Sassoon que más interesó a Davies, y con los que más conectó con el personaje, fue el de su homosexualidad. El cineasta inglés nos recuerda que en su país «ser homosexual estuvo penado hasta 1967, pero claro, los únicos que iban a la cárcel por ello eran los más desfavorecidos. Me interesaba también reflejar el mundo de las clases más privilegiadas, aquellas que debido a su posición casi intocable, podían ser tal y como eran».

En este sentido, ha añadido: «Quería que mi película tuviera el ingenio afilado de esa gente tan culta, tan dotada, tan quintaesencialmente inglesa a la hora de reírse de ella mismo, incluso de su propio país».

Por su parte, el actor Jack Lowden se ha referido a su primera colaboración con Terence Davies como una combinación entre «reto terrorífico y gran honor. Para mí, ‘The Deep Blue Sea’ es lo más cercano que he visto jamás a una película perfecta. Trabajar con su director era definitivamente una ocasión que no podía dejar escapar. Recuerdo que cuando apenas faltaban tres días para terminar el rodaje, estalló la pandemia del coronavirus. Pero incluso en ese momento fatídico, tuve claro que esta película debía terminarse; tenía que existir».