La Real ha dado por bueno el empate sin goles contra el Sevilla en un partido en el que ha agradecido la vuelta de 24.000 aficionados a Anoeta. Ha completado un muy buen primer tiempo en el que ha sido capaz de superar incluso al Sevilla en intensidad a pesar de las bajas y de afrontar el partido con dos días menos de descanso y ha sabido sufrir en el segundo cuando se ha notado la mayor frescura y el mejor banquillo visitante.

El equipo blanquiazul ha acusado el desgaste del encuentro del jueves de Eindhoven y el ritmo de los primeros 45 minutos y el Sevilla ha tenido el control del partido y sus mejores opciones, sobre todo una de Rafa Mir en los últimos minutos, pero el balón no ha entrado y Remiro ha podido acabar su cuarto partido de Liga seguido sin encajar un gol.

La pena del encuentro es que los blanquiazules no se han podido poner por delante en el primer tiempo pese a tener una oportunidad inmejorable. Oyarzabal no ha transformado en el minuto 27 un penalti sancionado por Mateu a instancias del VAR por mano de Diego Carlos. Bono le ha aguantado muy bien y ha despejado su lanzamiento.

Isak también ha tenido una buena opción antes de sumarse a la lista de bajas, mientras que el Sevilla apenas ha llegado en el primer tiempo en dos lanzamientos de Lamela y Rakitic sin peligro. Imanol estaba tan satisfecho que ha decidido seguir con el 4-4-2 elegido para cubrir la baja de David Silva con la primera titularidad de Sorloth junto a Isak y ha dado entrada a Januzaj en la derecha para colocar a Portu como segundo delantero.

Cambio en el segundo tiempo

La ventaja que tenía el Sevilla estaba en su banquillo y Julen Lopetegui ha dado entrada en el descanso a Ocampos y Óscar Rodróguez en las dos bandas en lugar de los dos jugadores que habían visto tarjeta, Rakitic y Lamela, y ha empezado a tener el control del encuentro.

Luego ha recurrido a Jordan y Rafa Mir. Imanol por contra, ha tenido que dar minutos a los jóvenes del Sanse con la entrada de Lobete y Valera y ha dado un carácter más defensivo al equipo para contener el acoso para acabar con los tres medios centros que jugaron en Eindhoven y el lezotarra de delantero centro.

El Sevilla ha inquietado más en el segundo tiempo y ha creado una ocasión muy clara de Rafa Mir, pero Zaldua y Zubimendi también han tenido sus opciones en los últimos minutos y el punto ha sabido bien a los dos equipos.

Imanol ha alineado a Remiro; Gorosabel (m. 74, Zaldua), Aritz, Le Normand, Aihen; Portu (m. 74, Guevara), Zubimendi, Merino, Oyarzabal (m. 58, Lobete); Isak (m. 38, Januzaj) y Sorloth (m. 74, Valera).

La primera gran ovación en Anoeta se la han llevado las remeras de Arraun Lagunak, que han salido al campo con las banderas ganadas esta temporada, con la de La Concha en el centro de todas.

Imanol, «muy contento»

Imanol se ha mostrado tras el partido «muy contento y orgulloso. No sé a qué le doy más valor, si al gran primer tiempo tanto a nivel defensivo como ofensivo o a cuando a partir del minuto 70 el equipo ha conseguido seguir de pie e incluso forzando situaciones en su área con gente que debutaba. Cuando haces tanto y no eres capaz de matar un partido es importante no encajar y por lo menos no perder».

Sobre los cuatro partidos seguidos sin encajar gol ha comentado que «el equipo trabaja muy bien desde arriba hasta abajo. Es el gran secreto. Los jugadores están dando un ejemplo de querer defender esta camiseta y este escudo. Para hacer eso el nivel de esfuerzo a nivel táctico es máximo. Contra este tipo de equipos cometes un mínimo error y te penaliza. A nivel táctico, defensivo y de concentración hemos estado genial».

Imanol ha señalado que Isak ha sufrido un tirón en los isquiotibiales y que espera que sea lo mínimo. Preguntados por los plazos de las bajas, ha respondido que no espera recuperar ningún jugador para los dos partidos de la próxima semana ni a David Silva antes de un mes.

«El partido de Eindhoven pasa factura»

Ha señalado que «esto no es nuevo y a veces va por rachas. El partido de Eindhoven pasa factura. Intentamos tener a todos preparados para soportarlo, pero para hacer el partido de hoy necesitamos mucha energía de piernas y por eso ha habido algunos cambios. Los que jugaron 90 minutos no estaban para jugar otros 90 a ese nivel. Ojalá sea la última lesión, pero es lo que tiene competir con dos rivales de Champions en tres días».

Ante ese esfuerzo ha agradecido el apoyo de Anoeta: «Para mí es superemocionante, sentía la piel de gallina. Teníamos muchísimas ganas y el público también. Di las gracias a los que fueron a Eindhoven y hoy también. Si hemos sacado este punto y completado este partido ha sido por ellos, porque nos han empujado del minuto 1 al 93».

Preguntado por Sorloth, Imanol ha respondido que «ha dado un recital, ha jugado un partidazo. Lo venía demostrando, tenía mis dudas porque llevaba mucho tiempo sin jugar noventa minutos y estaba estirando el soleo y tras la lesión de Isak no he querido forzar. Pero es una amenaza constante, incluso estando mermado físicamente».