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Polonia plantea construir un muro en la frontera con Bielorrusia para parar el flujo migratorio

El ministro del Interior de Polonia, Mariusz Kamisnki, ha anunciado que su Gobierno va a proponer la construcción de un muro en la frontera con Bielorrusia para detener la llegada de migrantes desde ese país.

Ameer, Hadi y Ali, jóvenes de Irak encontrados escondidos en un bosque de Polonia. (Dario THUBURN/AFP)
Ameer, Hadi y Ali, jóvenes de Irak encontrados escondidos en un bosque de Polonia. (Dario THUBURN/AFP)

Kamisnki ha anunciado este miércoles que Polonia quiere «fortificar permanentemente su frontera para paliar el problema migratorio», por lo que es probable que la valla de alambre que ya estaba siendo construida en la zona sea al final sustituida por un muro.

Tras insistir en que el flujo migratorio ha «crecido en los últimos meses», el ministro del Interior ha señalado que es necesario implementar estas medidas de seguridad y erigir una «barrera sólida y alta equipada con un sistema de seguridad y un detector de movimientos».

Además, el proyecto estipula que nadie podrá acercarse a menos de 200 metros del muro.

El Gobierno polaco ha intentado, sin embargo, no referirse a esta construcción como «muro» y se ha referido a él con el eufemismo de «barricada» o «barrera» y ha matizado que será el Parlamento el que dé el 'sí' definitivo a la medida.

El Ejecutivo aprobó el proyecto este martes y este debería ser votado por los diputados el jueves a más tardar.

El gubernamental Partido Ley y Justicia carece de la mayoría necesaria, pero se estima que la medida se hará con los apoyos necesarios.

Para la construcción del muro el Ejecutivo ha propuesto invertir 360 millones de euros.

Varsovia ha vuelto a acusar al Gobierno bielorruso de impulsar el flujo migratorio en la frontera como medida de represalia por las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) contra el presidente, Alexander Lukashenko, tras las polémicas elecciones de agosto de 2020.

Polonia reaccionó primero desplegando soldados en la frontera, decretando un estado de emergencia en la zona e iniciando la construcción de una alambrada.

Polonia es uno de los doce Estados que la semana pasada pidieron que la UE financie «barreras» fronterizas para impedir que los migrantes entren en territorio del bloque comunitario.

El proyecto del muro fue vivamente criticado por organizaciones de derechos humanos y ONGs, que acusaron al Ejecutivo polaco de reaccionar de manera brutal a la migración y que advirtieron de una posible «catástrofe humanitaria» por las condiciones en que sobreviven los migrantes, bloqueados en los bosques y terrenos pantanosos de la frontera.

Llegada a Alemania

La ola migratoria ya ha provocado la llegada a países como Alemania de más de 4.300 personas procedentes de Bielorrusia y Polonia desde el pasado mes de agosto. La mayoría, según las autoridades, son de procedencia iraquí, siria e iraní.

En comparación, entre enero y julio de este año solo se registraron 26 entradas a través de estas rutas hacia territorio alemán.

Gran parte de estos migrantes se encuentran en centros de acogida, principalmente en el estado federado de Brandeburgo.

«No es una situación dramática, pero sí una coyuntura difícil», ha declarado Olaf Jansen, jefe de la Autoridad Central de Extranjeros de Brandeburgo. «El gran reto –ha advertido– es evitar la propagación del coronavirus entre los migrantes».