Natxo Matxin
Redactor especializado en deporte. Osasuna

Esperanzadora derrota de Zuazo ante el Guardés, uno de los gallitos (25-27)

Zuazo ha acabado perdiendo ante el Guardés, pero la magnífica imagen que ha dejado en el primer tiempo y el que no haya bajado los brazos tras un mal inicio de la segunda parte dejan una sensación esperanzadora para el futuro.

Aunque ha acabado perdiendo, Zuazo ha firmado un buen partido ante Guardés. (Aritz LOIOLA/FOKU)
Aunque ha acabado perdiendo, Zuazo ha firmado un buen partido ante Guardés. (Aritz LOIOLA/FOKU)

Nunca una derrota se puede considerar positiva, pero la imagen que ha ofrecido Zuazo ante el Guardés, uno de los gallitos de la categoría, deja cierto optimismo de cara al futuro. Y es que las de Jaito Rodríguez no solo han tuteado al cuadro gallego durante una soberbia primera parte, sino que incluso han logrado generar una brecha de consideración (9-5) al cuarto de hora de partido.

Es más, no se han doblegado ante el posterior empuje de su rival y han mantenido, aunque con unos guarismos más apretados, un marcador favorable hasta el descanso, pese a que en el último tramo de la primera media hora las anfitrionas no han estado tan entonadas en el apartado ofensivo.

El envite, en todo caso, se les ha ido a las locales durante un paupérrimo inicio de la segunda mitad, en el que han encajado un demoledor parcial de 1-9, que más tarde han intentado levantar a base de coraje, aunque la empresa ha sido harto imposible. El Guardés ha saltado con otro punch tras el receso y se ha convertido en un martillo pilón que no ha perdonado las sucesivas pérdidas locales en ataque.

Amago de remontada

El Guardés se ha colocado en el electrónico con un casi insuperable 14-21, pero lo más importante es que Zuazo no ha dejado de creer y nunca ha bajado los brazos, pese a la enorme distancia en el luminoso. De hecho, ha ido recortando distancias a base de un parcial de 5-1 favorable e incluso ha dispuesto de dos ataques para ponerse con un 21-22 que le hubiera dado opciones de sumar.

Sin embargo, los errores ofensivos que se han acumulado más alguna que otra decisión arbitral que ha enfadado a la grada han posibilitado que las visitantes nunca hayan visto amenazada su ventaja, que han logrado gestionar de manera bastante consistente hasta el final.