Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

Chivite admite que el Estado reclama 33 millones más a Nafarroa por el Convenio

La presidenta de Nafarroa, María Chivite, ha reconocido que el Estado español quiere cobrar a través del Convenio 33 millones de euros más de lo que los técnicos de Hacienda calculan que el herrialde debe abonar. Quieren elevar la factura de 573 millones a 606.

La presidenta Chivite en un acto público esta mañana. (Gobierno de NAFARROA)
La presidenta Chivite en un acto público esta mañana. (Gobierno de NAFARROA)

Nafarroa paga al Estado español una cantidad anual por los servicios que este le presta en función de una fórmula matemática que está fijada en el Convenio y que se renueva de manera quinquenal, siendo este el quinquenio 2020-2024. Es un cálculo complejo, donde se discute la recaudación de ciertos impuestos y va en función de las competencias que están transferidas.

Todo esto se discute en una junta bilateral con técnicos de la Hacienda navarra y del Estado. La lehendakari María Chivite ha admitido la existencia de un desencuentro importante, dado que el Estado quiere elevar esta factura en 33 millones de euros, frente a los 573 que han calculado los técnicos navarros que deberían entregar. 

Chivite ha reconocido esta discrepancia en el Parlamento a preguntas de su socia de Gobierno, Uxue Barkos, que dejó como uno de sus legados principales la legislatura pasada un ajuste de la fórmula a través del cual Nafarroa pasó a pagar un 23% menos de lo que se pagaba anteriormente e incluso recuperó dinero pagado de más durante todo el quinquenio. 

Según Barkos, se trata de «una cifra importante porque es un desajuste con las cuentas de Navarra y traspasa la barrera psicológica de los 600 millones; en un momento en que las inversiones de los PGE, antes de pasar por las enmiendas, han descendido respecto al año pasado». 

Chivite ha dicho confiar en una solución negociada, pero el asunto resulta sin duda delicado. A saber, si Nafarroa acepta la petición, sentará un precedente para calcular cuánto ha de abonar los próximos años, al menos hasta 2024. Y el aumento en la factura se acerca al 6%. 

No ha trascendido cuál es el motivo técnico de la discrepancia. En el caso de la mejora para Nafarroa alcanzada por el exconsejero Mikel Aranburu, esta tuvo que ver con los impuestos a la energía y otros aspectos que pasaron a medirse con métodos más fiables. Barkos ha parecido apuntar a una discrepancia de este tipo: «algo no cuadra». 

No obstante, la presidenta de Nafarroa tiene algo de razón al enmarcar la discrepancia en el terreno político. Los mejores años para Nafarroa en el cálculo del Convenio fueron cuando estaba de ministro de Economía el tafallarra Carlos Solchaga, a finales de los 80. 

Aunque el Cupo de la CAV y el Convenio de Nafarroa son dos fórmulas independientes de calcular la aportación al Estado y que, teóricamente, no se afectan el uno al otro, el Convenio navarro es una copia del primero.

Si hay mar de fondo y el Estado quiere socavar la solvencia de las haciendas forales, el desencuentro podría reflejarse también en la CAV como en un espejo.