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MSF rescata a casi 400 personas en dos días

El equipo a bordo del Geo Barents ha rescatado a 367 personas en menos de dos días. De ellas, 172 son menores, niños pequeños y adolescentes y 134 no están acompañados. MSF pide a Italia que facilite un puerto seguro «lo antes posible».

Un migrante es trasladado desde un bote de madera al barco de búsqueda y rescate humanitario Geo Barents de MSF el pasado día 22. Las otras fotos que acompañan la información corresponden a los rescates realizados el fin de semana.  (Filippo TADDEI / MSF)
Un migrante es trasladado desde un bote de madera al barco de búsqueda y rescate humanitario Geo Barents de MSF el pasado día 22. Las otras fotos que acompañan la información corresponden a los rescates realizados el fin de semana. (Filippo TADDEI / MSF)

El barco Geo Barents de Médicos Sin Fronteras (MSF) ha pedido a Italia que proporcione un puerto seguro «lo antes posible» para poder desembarcar a las 367 personas rescatadas en cinco rescates realizados en «condiciones extremadamente difíciles». De ellas, 172 son menores, niños pequeños y adolescentes y 134 de ellos no están acompañados, según detalla la organización humanitaria en un comunicado.

«Muchos de los supervivientes sufrieron hipotermia, tras una exposición prolongada a los elementos o caídas al agua. Los supervivientes también sufrieron mareos e inhalación de combustible. Tanto niños como adultos han sufrido deshidratación y pérdida de apetito debido al mareo», precisa.

Sobre el alto número de menores que «intentan el peligroso cruce», remarca que incluso «los miembros más experimentados del equipo de MSF a bordo han expresado que la cantidad de niños pequeños es particularmente alta».


El primer rescate se llevó a cabo en la mañana del 22 de octubre. 36 supervivientes fueron subidos a bordo del Geo Barents desde un barco de madera. Durante la operación de rescate, recibió una nueva alerta por parte de un bote de goma en peligro, ubicado a varias horas de distancia.

«Llegamos de noche y estaba completamente oscuro. Las olas tenían más de tres metros de altura en un punto y había mucho viento. El barco estaba en un estado muy frágil y las personas a bordo habían inhalado los vapores de combustible y se habían agitado debido a la difícil situación. Muchos de los factores que hacen que un rescate sea un desafío estaban todos allí al mismo tiempo», explica Leo Southall, líder adjunto del equipo de búsqueda y rescate a bordo del Geo Barents.

Después de aproximadamente dos horas, el equipo pudo subir a bordo a los 65 supervivientes. Uno de ellos tuvo que hacerlo en camilla pero, posteriormente, se recuperó. Esa misma noche recibió una tercera alerta de otro barco de madera «abarrotado de personas que estaban en peligro. Aunque las autoridades estaban al tanto de la situación, nadie respondió ni intervino. El Geo Barents tardó nueve horas en llegar a la ubicación del barco y durante todo este tiempo ni las autoridades ni otros barcos cercanos brindaron asistencia».

«Este es otro ejemplo claro de cómo los Estados costeros cercanos se niegan a asumir cualquier responsabilidad por las personas en peligro en el mar. El barco había estado en aguas peligrosas durante tres días, con 100 personas a bordo, incluidos 42 niños», relata Caroline Willemen.


«Dejar a la gente a la deriva en el mar durante días es inaceptable. Una vez más, somos testigos de cómo las políticas europeas de control de la migración ponen en peligro la vida de miles de personas, al no tener ninguna capacidad proactiva de búsqueda y rescate en el mar y al no dar respuesta a todas las llamadas de socorro. Es inaceptable que se deje a las ONG para llenar el vacío mortal», denuncia.

El 23 de octubre, con 201 personas a bordo, el Geo Barents recibió una nueva alerta de otro bote de goma en peligro, a seis horas de su posición. Cuando el barco de búsqueda y rescate de MSF llegó al área, la Guardia Costera de Libia se «acercaba rápidamente al bote de goma, maniobrando peligrosamente a su alrededor. El día anterior, el equipo del Geo Barents había visto a un número indeterminado de migrantes y refugiados a bordo de un barco de la Guardia Costera de Libia, junto a un barco vacío que se incendió». Esta vez, sin embargo, pudo efectuar el rescate, evitando que fueran devueltas a Libia.

«Los estados e instituciones europeos deben suspender inmediatamente su apoyo político y material a la Guardia Costera de Libia y detener el sistema de retornos forzosos a Libia. Libia no es un lugar seguro», afirma Willemen».

El pasado domingo, día 24, rescató a 71 personas abordo de un bote de goma que «se estaba llenando de agua».


«El último par de días enfatiza la catástrofe humanitaria que está ocurriendo en la frontera sur de Europa. Dado que solo los buques humanitarios monitorean la ruta migratoria más mortífera del mundo, se necesita desesperadamente una mayor capacidad de búsqueda y rescate. Ahora pedimos a Italia que proporcione un lugar seguro lo antes posible. El pronóstico del tiempo es malo y nos preocupa tener a bordo a casi 400 supervivientes que ya han pasado suficiente. Su sufrimiento debe terminar», incide Willemen.