NAIZ
Glasgow

Almacenar carbono y reducir el metano, objetivos para una agricultura más sostenible

La COP26 busca desde hoy «soluciones financieras» para mitigar el calentamiento global. Existen varias propuestas para reducir el metano o almacenar el carbono, pero necesitan financiación.

Tributo de las tres vacas. (Jagoba MANTEROLA / FOKU)
Tributo de las tres vacas. (Jagoba MANTEROLA / FOKU)

La cumbre COP26 de Glasgow trata hoy la búsqueda de soluciones financieras para la puesta en marcha de medidas de mitigación y adaptación ante el cambio climático. Unos de los primeros temas que han salido a la palestra han sido la agricultura y la ganadería, causa de un buen número de emisiones, pero también posible solución.

La agricultura y la ganadería generan un 40% del metano vinculado a la actividad humana. El resto procede principalmente del sector gasístico. Esto se debe sobre todo al proceso de digestión de los rumiantes, que liberan metano al eructar, y no como se suele atribuir a sus flatulencias.

Es cierto que los bovinos que pastan ayudan renovando los prados que absorben CO2, pero la agricultura es responsable del 12% de las emisiones de efecto invernadero en el mundo, especialmente el metano, el segundo gas perjudicial después del dióxido de carbono.

Son varias las iniciativas puestas en marcha a lo largo y ancho del globo para reducir sus efectos. Por ejemplo, Cargill y Zelp desarrollan un mecanismo, colocado en el hocico de las vacas, que filtra el metano para transformarlo en CO2, cuyo efecto de calentamiento de cada molécula es mucho menor que el de una molécula de metano. El aparato todavía debe ser aprobado y no se prevé su comercialización antes de que finalice 2022.

Mientras tanto, el propio gigante estadounidense vende, sobre todo en el norte de Europa, nitrato de calcio, cuyo uso se estima que podría reducir un 10% las emisiones de metano. El coste estimado, de entre 10 y 15 centimos por vaca y día.

Otro grupo de investigadores californianos apuesta por potenciar las algas rojas como complemento alimentario y señalan que las emisiones se podrían reducir hasta un 80%.

Además de las emisiones que provocan la agricultura o la ganadería, también pueden contribuir a ese objetivo principal de limitar el calentamiento global. El suelo agrícola es la mayor reserva de carbono de planeta y, de hecho, puede ejercer esa función de almacenamiento. Para ello, expertos recomiendan cultivos «intermediarios» entre dos cosechas para evitar que el suelo se erosione o preparar prados temporales que aumenten la biomasa del suelo. En la misma línea, invitan a plantar árboles en medio de los cultivos para almacenar ese carbono.

Acuerdo UE-EEUU sin concreción

Todas estas medidas, evidentemente, supondrían un gasto extra para los ganaderos. Y es ahí donde pueden alcanzar compromisos los estados. Hoy, la Unión Europea y Estados Unidos han anunciado la creación de una nueva plataforma «para impulsar la agricultura sostenible» a ambos lados del Atlántico y luchar así contra el cambio climático

La plataforma deberá servir para el «intercambio de conocimiento e información» entre ambos lados del Atlántico para promover «una producción agrícola sostenible y climáticamente inteligente».

Bruselas y Washington se han comprometido a colaborar para «diseñar sistemas y soluciones que sean buenos» para los productores agrícolas, los consumidores y las empresas, lo que incluye «mercados justos y abiertos a nivel local, regional e internacional que refuercen la seguridad alimentaria y los alimentos sostenibles». Por el momento no han ofrecido cifras ni proyectos concretos.