Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

‘Alcatraz de la A a la Z’, viñetas y evasión desde el imaginario de ‘La Roca’

Este 18 de diciembre el Civivox Condestable de Iruñea acogerá la presentación de ‘Alcatraz de la A la Z’, un cómic colectivo que, orquestado por Javier Pérez de Zabalza, cuenta con 14 artistas –la mayoría de Nafarroa– que aportan su visión sobre la tristemente célebre prisión californiana.

Viñetas firmadas por Joseba Beramendi 'Exprai' en 'Alcatraz de la A a la Z'. (Apache Libros)
Viñetas firmadas por Joseba Beramendi 'Exprai' en 'Alcatraz de la A a la Z'. (Apache Libros)

​Editado por Apache Libros, ‘Alcatraz de la A a la Z’ se revela como un muy original e interesante cómic colectivo en el que tomando como referencia los guiones firmados por Javier Pérez de Zabalza, catorce artistas han plasmado en viñetas su muy personal y diferente visión en torno a las crónicas de la isla de Alcatraz, un espacio que se nos descubre en su apariencia física como un islote yermo y sin embargo fértil en historias y anécdotas.

Codirector desde 2017 del Salón del Cómic de Nafarroa, redactor de la revista ‘El Mono’ y guionista de ‘Alcatraz de la A a la Z’, Javier Pérez de Zabalza reveló a GARA que el origen de este proyecto es «fruto de tres factores, por un lado la fascinación que desde niño me despiertan las historias carcelarias. Es algo que me viene de crío, cuando veía una y otra vez ¡La Gran Evasión'. En aquella época yo no tenía ni idea de lo que era un nazi, ni un campo de prisioneros de guerra, pero empatizaba mucho con la historia de esos tipos encerrados que se esforzaban por escapar. Con el tiempo, vendrían muchas otras películas, lecturas y conversaciones y comprendería mejor la realidad del secuestro institucional. Pero la fijación seguía allí. Otro factor fue, sin duda la visita que hice en 2013 al presidio de Alcatraz. Pero el detonante definitivo fue el confinamiento de 2020: de golpe todo el mundo se vio recluido en sus casas y fue inevitable pararse a pensar en estos temas».

​14 miradas

En relación a cómo se desarrolló la metodología de trabajo con los 14 artistas, el guionista reveló que «fue un poco improvisada. El cómic surgió conforme la marcha, primero como una historieta de cuatro páginas, que materializó el ilustrador barcelonés Adriá Llahí. Cuando la concluimos nos dimos cuenta de que había muchísimo más que contar. Así que poco a poco fui pergeñando una serie de guiones centrados en otros episodios de la historia del presidio o diferentes aspectos de la vida en reclusión. Adriá acabó dibujando tres de los dieciséis que finalmente integraron el libro, y como es un culo inquieto abordó cada uno de ellos con un estilo gráfico diferente. Me pareció un acierto, porque cada capítulo tiene un tono bastante diferenciado del resto. Así que cogí el teléfono y me puse a llamar a aquellos artistas que sospechaba que mejor podrían encajar en los que quedaban».

Además de Adriá Llahí, el cómic contó con el talento de Goizane Herrera, Ignacio Redondo, Irati FG, Itziar  Repáraz, J.J. Chas, Javier Ramos, Jorge Esteban ‘Jorgiot’, Joseba Beramendi ‘Exprai’, Jotajota Aós, Mikel Murillo, Mikel Santos ‘Belatz’, Pedro Osés y Pol Guillén. Y al igual que el guionista, realizaron sus respectivas aportaciones encerrados en sus domicilios durante el confinamiento preventivo de 2020. Una ocasión ideal para reflexionar sobre cárceles y el sistema penitenciario.

Alcatraz figura como epicentro narrativo de las crónicas que han sido desarrollas en formato viñeta. Un espacio físico que es descrito por Javier Pérez de Zabalza como «una cosa tremenda. Una atracción turística para la que hay que reservar billetes con semanas de antelación. Está planteado como un circuito con aparatos de audioguía y su tienda de regalos al final del recorrido. Lo más impresionante fue descubrir a Bill Baker, un anciano de ochenta y tantos años, antiguo recluso del penal que, tras pasar años encerrado, escribió una autobiografía y todos los días se traslada de vuelta al lugar a firmar ejemplares. Le ha sabido dar la vuelta a su experiencia pero, ¿qué dice eso de nosotros? El turismo carcelario se alimenta del morbo: La Torre de Londres, Auschwitz, la prisión de Reading… No se me escapa que este cómic también podría entenderse como una explotación más de la infamia, pero he intentado dar un trato digno a la gente encarcelada».

En relación a las personas y episodios escenificados en Alcatraz, el autor destacó «uno que no me explico que no le hayan dedicado una película. Supongo que porque todavía levanta ampollas. Cuando el presidio cerró sus puertas en 1963 y la isla quedó desierta, un grupo de nativos americanos la ocupó instalándose en las antiguas viviendas de los carceleros. Se amparaban en un viejo tratado del siglo XIX que afirmaba que el pueblo indio tenía derecho a reclamar cualquier terreno federal abandonado. Puedes imaginar que la cosa acabó, como acabó, pero aquella ocupación se ha convertido en un hito del movimiento Red Power».

Finalmente, entre el imaginario fílmico inspirado en Alcatraz, Javier Pérez de Zabalza destacó «‘El hombre de Alcatraz’ quizás sea mi favorita. Durante su estancia en otras prisiones, Robert Stroud se convirtió en un reputado ornitólogo, el mayor especialista del mundo en su materia, pero al trasladarlo a Alcatraz le arrebataron sus materiales y le prohibieron seguir publicando. La película se cierra con una gran frase: ‘Si la gente de San Francisco tuviese un ápice de orgullo cívico, volarían la isla en lugar de promocionarla. Qué monstruosidad’».