Sare reunirá en Bilbo, el 8 de enero y antes de la manifestación que recorrerá por la tarde las calles de la capital vizcaina, a víctimas de ETA, GAL y la violencia del Estado español. El acto arrancará a las 10.30 en el Palacio Euskalduna. Según apunta Sare, también contarán con la presencia de personalidades y representantes del ámbito político, sindical y social.

El acto dará comienzo con la citada mesa redonda, moderada por la periodista Pili Kaltzada, donde Robert Manrique, víctima de ETA (Hipercor), Naiara Zamarreño víctima de ETA (hija de Manuel Zamarreño), Rosa Lluch víctima de ETA (hija de Ernest Lluch), Maider García víctima de los GAL (hija de Juan Carlos García) e Idoia Zabalza, víctima de la violencia policial-estatal (hermana de Mikel Zabalza) serán los invitados.

Esta mesa redonda se difundirá en streaming. Tras la mesa redonda, los portavoces de Sare compartirán una breve reflexión sobre «la necesidad de avanzar en este camino hacia la convivencia, basada en la empatía, la responsabilidad y el reconocimiento y el respeto de todos los sufrimientos», así como «la necesidad de avanzar en ese proceso de regreso a casa de los y las presas vascas, también necesario para seguir avanzando en ese camino hacia la convivencia y la paz».

«Creemos que Euskal Herria necesita reconstruir tantos puentes destruidos y unir voluntades en aras de la convivencia», añade Sare. «Es por ello que queremos dar voz a las personas que han sido víctimas de las diferentes violencias ejercidas en nuestro pueblo. Se suele hablar mucho de las víctimas, incluso hay quienes dicen hablar en su nombre, pero es importante hablar con ellas, escucharlas y apoyarlas».

A través de esta jornada Sare apuesta por «empatizar, acercarnos al sufrimiento del otro, avanzar, reconocernos unos a otros y no utilizar el dolor de nadie políticamente contra nadie».

Asimismo, tras este acto, Sare hará publica las conclusiones de «una reflexión interna sobre el momento que estamos viviendo y la necesidad de poder ser útiles en el camino de la resolución, la convivencia y la paz». Según avanza, «será un documento, extenso, pero que analiza cada uno de los elementos distorsionadores no solo de la política penitenciaria, sino, también, del tratamiento a las víctimas de las violencias, el relato de la memoria y los datos de la situación actual».