Maite Ubiria

Pau avala, con reservas, una aportación a la baja para nuevos trazados de LGV

70 millones; esta es la aportación acordada el por el consejo general de Pirineos Atlánticos para el proyecto GPSO que prevé extender la línea de alta velocidad de Burdeos a Toulouse y Dax. La Mancomunidad Vasca debatirá, el sábado, un plan que Jean-René Etchegaray ha adelantado, rechazará.

Jean-Jacques Lasserre ha sacado adelante su propuesta en la reunión del consejo departamental, en Pau. (Guillaume FAUVEAU)
Jean-Jacques Lasserre ha sacado adelante su propuesta en la reunión del consejo departamental, en Pau. (Guillaume FAUVEAU)

Los consejeros departamentales han avalado este jueves la participación financiera de la institución con sede en Pau en el Gran Proyecto ferroviario del Sud Oeste (GPSO), que contempla extender la red de alta velocidad hacia el sur hexagonal con dos nuevas vías que enlazarán Burdeos con Toulouse (Tolosa) y Dax (Akize).

Conocida esa decisión, a día siguiente, el presidente de la Mancomunidad Vasca, Jean-René Etchegaray, adelantaba en los micrófonos de France Bleu que en la reunión que celebrará este sábado la Mancomunidad Vasca, en Baiona, votará en contra del plan que ha recibido el aval, primero de la Región de Nueva Aquitania, y ayer del Consejo General de Pirineos Atlánticos.

La petición originaria solicitaba por el Estado al consejo departamental de Pirineos Atlánticos se cifraba en 147,4 millones de euros (103,3 deducidos los impuestos).

Sin embargo, el presidente de la institución, el centrista Jean-Jacques Lasserre, ya adelantó su intención de acudir al consejo, reunido hoy en el Parlamento de Navarra (Pau), con una propuesta de aportación a la baja.

Finalmente la partida provisional, aprobada por 35 votos a favor, 14 en contra y 5 abstenciones, se eleva a 70 millones.

Además de proponer una aportación más modesta a la línea Burdeos-Dax, Lasserre ha ligado el voto favorable del consejo general a ciertas comprapartidas y garantías. Por una parte, para que,en caso de realizarse, la obra no supere el umbral de gasto, y por otra, para garantizar ciertas condiciones sin las cuales no tendría validez ese aval a un proyecto de extensión de la alta velocidad ferroviaria.

De cumplirse los deseos del presidente regional, Alain Rousset, la linea llegaría más adelante a Lapurdi, buscando desde allí la muga con Gipuzkoa.

Un proyecto que hoy por hoy es una mera hipótesis, pero que sirve al dirigente de Burdeos para tratar de salvar las reticencias de las instituciones locales asegurando habrá una aportación financiera europea.

El Departamento de Pirineos Atlánticos ha dejado sentado que solo hará buena esa participación en el GPSO si todas las colectividades concernidas se pronuncian favorablemente y si se acompasan en el tiempo los trabajos en las dos líneas previstas.

Lasserre también ha hecho constar en el acuerdo que una parte del presupuesto (unos 16 millones) se dedique a mejorar, entre otros servicios, la línea de tren que une Dax con Baiona y con Pau.

Ha sumado al carnet de demandas un servicio de tren más eficiente entre Hendaia y Baiona.

El presidente del consejo departamental estima que, con todas esas condiciones, la institución de Pau actúa con responsabilidad al aprobar su compromiso financiero con el GPSO.

Oposición y un miembro de la mayoría de centro-derecha se desmarcan

La argumentación del presidente del Departamento de Pirineos Atlánticos no ha convencido al binomio de electos abertzales, Iker Elizalde y Annie Poveda, que ya votaron en solitario contra la autorización dada previamente a Lasserre con vistas a negociar una aportación financiera a la expansión de la LGV menos lesiva para los contribuyentes vascos y bearneses.

Por su parte, los electos socialistas, en la oposición, se han quejado de la falta de debate que ha precedido a la adopción del proyecto.

El consejero baionarra Joseba Erremundeguy, que ya trasladó un discurso crítico respecto al proyecto en debates precedentes, ha votado hoy en contra de la propuesta. Ello pese a que las formaciones de centro-derecha que gobiernan en el Ayuntamiento de Baiona, de cuyo consejo es integrante Erremundeguy, forman parte también del gobierno departamental.

El electo adscrito a a mayoría de Jean-René Etchegaray ha hablado de «un voto basado en las convicciones» para defender luego la necesidad de «construir un nuevo modelo de progreso que responda a las necesidades cotidianas de las personas y de los territorios».

Se ha declarado favorable a aumentar y mejorar la red ferroviaria, «pero no impulsando grandes proyectos, sino los trayectos cotidianos, impulsando un modelo de tren que vertebre nuestros territorios e irrigue nuestras ciudades-estación».

Por su parte, el consejero de EH Bai, Iker Elizalde, ha remarcado en su intervención que «tras el proyecto (GPSO) se esconde el debate sobre el modelo de sociedad al que aspiramos» y ha ligado la apuesta por la alta velocidad a un «modelo económico basado en el rendimiento a cualquier precio».

Tras alertar sobre un modelo que «lleva al desastre social y ecológico» ha apostado por desarrollar y mejorar las lineas férreas existentes dentro de una planificación que «priorice los circuitos cortos, la proximidad, los territorios y las necesidades de sus habitantes».

Debate, el sábado, en Baiona

Tras el voto favorable al nuevo al GPSO por parte de la Región de Nueva Aquitania, el pasado lunes 13 de diciembre, y del Departamento de Pirineos Atlánticos, hoy, este sábado le corresponderá decidir a la Mancomunidad Vasca.

Los electos vascos, que se reunirán en consejo en la sala Lauga de Baiona, deberán responder a una doble cuestión.

Primero deberán despejar el interrogante de si o no son favorables a «la realización de un ramal Burdeos-Toulouse, a fin de que el territorio sur aquitano se beneficie de la realización del corredor atlántico hacia España».

En caso de que el voto sea favorable, deberán votar sobre la aportación requerida por el Estado a la Mancomunidad Vasca que, de partida, se establecería en 65,4 millones de euros ( 45,8 millones deducida la carga fiscal).