El pasado 26 de noviembre el largometraje documental 'Apaiz Kartzela' sobre los curas que sufrieron torturas y condenas de cárcel por plantarse ante el franquismo, arrancó su ruta comercial en Bilbo y la prolongó por diferentes salas del Estado español como las de Zamora, A Coruña, Ferrol y Lleida. Una etapa que continuará en Donostia a partir del 22 de diciembre.

Vista la especial relevancia adquirida por el filme durante este periplo, NAIZ ha contactado con uno de sus directores -Ritxi Lizartza- para valorar lo que ha supuesto esta experiencia.

En palabras de Lizartza, «nuestra idea inicial fue la de estrenar la película inicialmente y en bloque en Euskal Herria, pero no pudo llevarse a cabo. No obstante, la posibilidad de que 'Apaiz Kartzela' haya podido y pueda ser visionada en diferentes puntos de Estado, es algo muy positivo. La recepción que ha tenido el filme ha sido muy buena, ha despertado mucho interés en lugares especialmente sensibilizados con el tema, como fue el caso de Zamora. En cada una de estas proyecciones hemos contado con algunos de los curas que participaron en la realización y aportaron su testimonio ante el público, lo cual enriqueció mucho más los pases».

Emociones e implicación

Sobre cómo han vivido los protagonistas esta experiencia, Lizartza añadió que «para ellos ha sido algo muy potente a nivel emocional, ha habido casos de reencuentros entre algunos de ellos que no se habían visto desde hacía más de 50 años. Todos están muy implicados con el proyecto y no han dudado en participar en este tipo de iniciativas porque supone dar a conocer algo que permaneció durante mucho tiempo en silencio. Incluso ellos han organizado pases en diferentes puntos de Euskal Herria para que pueda ser visioanda».

En sus conclusiones, el director añadió «lo que sí ha quedado de manifiesto en las proyecciones que hemos realizado y las que realizaremos, en breve la película también podrá ser visionada en Barcelona y Madrid, es que 'Apaiz Kartzela' ha interesado mucho por dos cuestiones, temáticamente toca un tema que no se conocía en exceso y su plano técnico es de gran calidad. Otra cuestión muy positiva es el gran interés que despiertan producciones que -al igual que 'Non dago Mikel?' y 'Bolante baten historia?'- se alejan por completo del discurso oficial».