La cruz del monte Buruntza amaneció este sábado en el suelo pocos días después de que se detectaran cortes con rotaflex en la base, como si quisieran talarla como a un árbol. Ernai ha asumido la acción a través de un vídeo en el que se ve a militantes cortar parte de la estructura con radiales y picar con un martillo neumático.
El vídeo donde se reivindica el acto culmina con la cruz, de unos diez metros de altura, desplomándose. En el mensaje en redes donde se ha incluido esta grabación, Ernai manifiesta: «Hoy derribamos la cruz franquista de Buruntza, levantada en 1939. En el camino de la libertad de este pueblo, los jóvenes no aceptaremos los elogios del fascismo».
Lemoatik Buruntzara!
— Ernai (@ernaigazte) December 18, 2021
78ko Erregimen frankista eraitsiko dugu 🔥🇪🇸#GazteokIndependentzia@EBuruntzaldea https://t.co/jxBtVnmB88
Como se aprecia en las fotografías facilitadas a NAIZ por la revista Aiurri, la cruz ha acabado destrozada por completo tras la caída. Esta misma publicación recoge cómo se escogió ese lugar por ser una cima que costó conquistar al bando fascista. Los gudaris la cedieron por quedarse sin armamento.
La alcaldesa de Andoain, Maider Laínez (PSE), ha entendido que se trata de un «acto de sabotaje» que atenta a la convivencia vecinal, por lo que ha señalado que el municipio «debe destacar por el respeto y la convivencia y no por actos como éste».
«La cruz tiene un valor simbólico para muchos andoindarras y, aunque podamos no compartir e incluso rechazar el origen de la misma, rechazamos acciones de imposición unilateral y conductas que no se alinean con una actitud democrática», ha indicado.
Laínez ha señalado que llevará lo ocurrido a la mesa de convivencia del Ayuntamiento para hacer una valoración y «acordar entre todos los grupos los pasos que se seguirán».
Sin embargo, la postura de la alcaldesa no es mayoritaria en el Ayuntamiento. Ni EH Bildu ni Podemos han aceptado criticar el derribo de la cruz.
Tampoco fue levantado de nuevo el monumento de Lemoatxa, en Lemoa, que se levantó con la misma finalidad que la cruz de Buruntza. Ernai también destrozó la cruz, esta vez, haciendo coincidir su acción con la celebración del 12 de Octubre, Día de la Hispanidad.