Arnaitz Gorriti

Ganar en Múnich, tan difícil como necesario para un Saski Baskonia que necesita reaccionar

El regreso de Wade Baldwin a la cancha donde más brilló ha quedado eclipsado por una situación sanitaria compleja, al punto de que Sedekerskis, Giedraitis y Kurucs se quedan en Gasteiz por un proceso gripal, pese a haber dado negativo en pruebas de antígenos y PCR.

Wade Baldwin vuelve al Audi Dome, la cancha donde más brilló. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)
Wade Baldwin vuelve al Audi Dome, la cancha donde más brilló. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)

Saski Baskonia afronta este jueves a las 19.00 un partido ideal para reengancharse en la Euroliga, pero peligroso al mismo tiempo. Ideal porque el Bayern de Múnich, equipo que se quedó a las puertas de la Final Four de Colonia, este año parece jugar un escalón por debajo de la pasada campaña. Peligroso, porque el cuadro bávaro, con un balance de 7-8 y clasificado en duodécima plaza, suma dos victorias más que los pupilos de Neven Spahija.

Un Spahija que no podrá contar este jueves con toda su «armada báltica», ya que Sedekerskis, Kurucs y Rokas Giedraitis se van a quedar en Gasteiz aquejado de un proceso gripal.

Un proceso gripal que no la covid-19, ya que los tres jugadores han dado negativo a los test de antígenos como a las pruebas PCR a las que se han sometido. Con todo, el club gasteiztarra apunta que los tres quedan «pendientes de evolución».

En una situación normal, el retorno de Wade Baldwin al Audi Dome sería la gran noticia, tanto por ver su gran temporada –especialmente la primera parte– que el estadounidense jugó la pasada campaña, como por el contraste de verlo tan gris este año por Gasteiz.

Andrea Trinchieri, que para carácter extraño, el suyo, supo llevar al de Nueva Jersey por el camino correcto, y seguramente bien rodeado y sin tantos focos mediáticos, ya que era el propio técnico milanés el que, para lo bueno y para lo malo, se llevaba el fulgor de los focos.

Baldwin se amoldó bien a un ecosistema específico y parece que distinto al de este Bitci Baskonia, en el que alterna buenos partidos, como el recientemente ganado por los gasteiztarras ante el Betis o el derbi ante Bilbao Basket, y otros muy malos, como el pasado choque de Euroliga ante Fenerbahçe.

Pero la situación, así por la covid-19 –el encuentro se va a disputar otra vez a puerta cerrada– como por la mala ubicación clasificatoria de los gasteiztarras, dista mucho de ser normal. en la previa al duelo de este jueves, Spahija ha subrayado la necesidad de «consistencia» de sus jugadores.

Consistencia, divino tesoro

«Tenemos un problema de consistencia», ha recalcado el preparador de Sibenik previo a volar a Múnich desde Foronda. «Estoy sorprendido de nuestro nivel de juego en Estambul. Espero que solo haya sido una semana mala. en la ACB estamos haciendo algo, pero ante el Bayern tenemos que hacer las cosas mejor», ha sentenciado el preparador croata, sabedor que el conjunto bávaro es especialmente peligroso en su casa.

Mientras tanto, Saski Baskonia suma hasta la fecha la friolera de una victoria a domicilio, hazaña conseguida en el Mercedes-Benz Arena de Berlín, el 14 de octubre todavía con Dusko Ivanovic en el banquillo y ante un Alba asolado en aquel momento por las lesiones. Y aun y todo, después de hacer una gran primera mitad, los gasteiztarras sufrieron para ganar por 76-80.

«Tenemos que mantener un juego alegre y dinámico durante un tiempo más largo», ha valorado Spahija, que por otro lado, ha defendido a Landry Nnoko –ausente en el juego en Sevilla– y Vanja Marinkovic –uno de los blancos de las críticas a este Baskonia–.

«Landry no jugó en Sevilla porque el día anterior no pudo entrenar, mientras que Vanja está mostrando una muy buena actitud, y con él en cancha, el equipo ganó +14 en Sevilla», ha subrayado, al tiempo que adelantar que Alec Peters, al que se esperaba de vuelta a las canchas por estas fechas, regresará al parqué, pero en el mes de enero.