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La desigualdad en el acceso a vacunas se agrava en zonas de conflicto

Los civiles en las zonas de conflicto son particularmente víctimas de la desigualdad en el acceso a las vacunas contra el covid-19, según el CICR. Estima que en los países donde tiene operaciones importantes menos del 9 % de la población ha recibido una dosis.

Imagen tomada este 21 de diciembre en la capital yemení, Saná, cuyo aeropuerto internacional fue bombardeado por la coalición militar encabezada por Arabia Saudí. (Mohammed HUWAIS/AFP)
Imagen tomada este 21 de diciembre en la capital yemení, Saná, cuyo aeropuerto internacional fue bombardeado por la coalición militar encabezada por Arabia Saudí. (Mohammed HUWAIS/AFP)

Según un balance del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) sobre zonas de conflicto,  en los países donde tiene operaciones importantes menos del 9% de la población ha recibido una dosis, frente a una media de 60% en el resto del mundo.

En Yemen, donde la guerra se encuentra en su sexto año, la tasa de vacunación con la primera dosis es de apenas el 2%, mientras que en Siria, la vacunación ha llegado apenas al 5% de la población, ha advertido el director de Operaciones para Oriente Medio, Fabrizzio Carboni.

Las zonas de conflicto escasamente cubiertas por la campaña global de vacunación contra el covid-19 son además aquellas donde familias y comunidades enteras viven casi siempre con poco o ningún acceso a servicios básicos de salud.

El CICR calcula que unos 100 millones de personas viven en áreas que están bajo control total o parcial de grupos armados, lo que provoca que queden fuera de los programas de vacunación organizados por los ministerios de Salud. En ciertos casos, la organización logra facilitar la vacunación en zonas próximas a las líneas de combate a través de los contactos neutrales que mantiene con todas las partes beligerantes en los conflictos, además de aportar el transporte y la logística de la cadena de frío necesaria para la conservación de las vacunas.

En un balance de los conflictos en esa región, Carboni subraya que en ciertos contextos de conflictos se han abierto canales diplomáticos para tratar de buscar soluciones políticas, pero esas iniciativas no han cambiado en nada la grave situación que viven las poblaciones, que en casos como el de algunas regiones de Yemen se encuentran al borde de la hambruna. La guerra que estalló en 2015 entre los rebeldes hutíes y una coalición militar árabe formada por Arabia Saudí para apoyar a éste último agravó hasta extremos inimaginables la situación en un país que ya era uno de los más pobres del mundo y donde ahora el 80% de la gente necesita asistencia humanitaria.

«Dos terceras partes de todos los distritos de Yemen están en situación previa a la hambruna», señaló el responsable humanitario. De la situación en Siria, Carboni destaca la gravedad de la situación de los aproximadamente 60.000 residentes del campamento de Al-Hol (noreste del país), entre ellos mujeres e hijos (una parte de ellos europeos) de combatientes del Estado Islámico, así como refugiados iraquíes y desplazados sirios.

El CICR incide en que la mayoría de los que viven en ese emplazamiento son menores de doce años y muchos han sido separados de sus familias que han sido trasladadas a otros campamentos. Por ello, Carboni insiste en que los Estados de los que mujeres y niños  son ciudadanos deben repatriarlos, a lo que la mayoría de gobiernos implicados se han negado durante años. «Lo que está ocurriendo en el noreste de Siria representa una de las crisis de protección de la infancia más graves del mundo y pedimos una acción colectiva», recalcó.

La situación de los civiles en el territorio palestino de Gaza, sujeto a un bloqueo por parte de Israel desde 2007, así como la crisis socio-económica y política en Líbano, también forman parte de la lista de situaciones prioritarias de la Cruz Roja Internacional en Oriente Medio.