‘Viaje a alguna parte’ se descubre como un ejercicio íntimo en torno al imaginario de Fernando Fernán Gómez y Emma Cohen elaborado a partir de la mirada la cineasta Helena de Llanos, nieta del gran dramaturgo y quien consideraba a la segunda mujer de su abuelo, Emma Cohen, como su abuela. El filme llegará a las salas comerciales el 4 de febrero.

La historia transcurre en el hogar que una vez compartieron Fernán Gómez y Cohen, un espacio recorrido por una mujer joven que heredó de sus abuelos esta casa enorme y con ella una serie de responsabilidades y sorpresas.

En este su viaje de reminiscencias cortazarianas, Helena de Llanos transita por las diferentes estancias de este lugar siguiendo la sombra de sus antiguos moradores, los cuales participan de este juego de recuerdos y magia cinematográfica.

En la ruta también topamos con las presencias y testimonios de Tristán Ulloa –quien da vida a Juan Soldado, personaje interpretado por Fernán Gómez en los años 60–, José Sacristán, Óscar Ladoire, Juan Diego, Tina Sáinz, Nuria Gallardo y la recientemente fallecida Verónica Forqué.

Ficción, documental y sombras en una casa

Helena de Llanos cuenta con una trayectoria profesional que oscila entre el documental y la ficción. Ha realizado películas que abordan temas y personajes diversos: desde el ex presidente de Bolivia Evo Morales y su ascenso al poder desde una perspectiva de género, hasta un grupo de trabajadoras del esparto en una vieja fábrica del sur del Estado español.

Según la directora de ‘Viaje a alguna parte’, «siempre me ha interesado el cruce del cine con el arte, la participación ciudadana en la creación cultural, y la memoria».

Con este su nuevo proyecto ha querido experimentar dentro de un territorio habitado por otras maneras de narrar mediante imágenes, influenciada por la personalidad y los trabajos de Fernán Gómez y Emma Cohen.

A la hora de guiarnos a través de este laberinto de recuerdos y fantasmas escenificado en una casa, la directora apunta que «en la película interpreto un personaje de ficción con tintes biográficos. La idea original surgió hace siete años y consistía en hacer una película sobre mi abuelo. Emma me documentaba y a su modo era coguionista, pero se negaba a aparecer en la película. Con su muerte la película –y mi vida– dio un giro. Me instalé en la casa y comencé a abrir cajas, cajones, armarios. Vi las más de doscientas películas de Fernando como actor. Leí las novelas de ambos, también sus cartas, sus notas. Emma se volvió tan central como Fernando para esta historia».

Helena de Llanos define este proyecto como «un trabajo-vida que transcurre en el interior de la que una vez fue su casa», un espacio que «como directora y guionista, me permitió desplegar la imaginación hasta crear un collage fílmico, por momentos surrealista, que mezcla lo real con lo ficcional, lo dramático con lo cómico, lo onírico con lo cotidiano, lo pasado con lo presente. La casa es un personaje y un hilo conductor, un receptáculo de historias, tanto visuales como sonoras, y es la responsable de crear continuidad en una película de naturaleza fragmentaria».

Otro elemento presente en el filme es su extenso material de archivo, una herramienta que para De Llanos no funciona como «una mera inclusión de fragmentos audiovisuales. Intenté poner a dialogar las imágenes de archivo con el presente y con la casa, construyendo una relación afectiva a base de retales, en el mejor sentido de la palabra, que –como la memoria– es inventiva, evocadora y, a veces, caprichosa».

‘Viaje a alguna parte’ es en su apariencia un largometraje documental, no obstante, para su autora resulta difícil catalogarlo, «a pesar de que entendiendo la necesidad de etiquetar y categorizar, me esfuerzo por encontrar alguna definición. Me temo que todo se resume en una frase que, acaso por un rato, puede servirnos: la película puede ser una mezcla de documental y de ficción a partir de la presencia y la ausencia de Emma Cohen y Fernando Fernán Gómez».

Finalmente, y en relación a qué público va dirigido el filme, apunta que «puede interesar a quien ya conoce y admira a Fernando y a Emma, gran parte del archivo que manejo es bastante desconocido, pero también a quien no sepa nada sobre ellos. Va dirigida a un público amplio. La película habla de la identidad, de la relación con la muerte, de la pasión como forma de ser libres, del entusiasmo y del disfrute de la vida y el arte, de la necesidad de la memoria para entender el presente».