NAIZ

Activistas antimilitaristas se desnudan frente al Gobierno Militar de Bilbo

El 20 aniversario del fin del servicio militar obligatorio, Kakitzat se congratula de que fue posible gracias a la labor del movimiento, pero consideran que aún hay «una pandemia de militarismo y virus del gasto militar». Denuncian que la Ertzaintza les ha identificado y sancionará a tres personas.

Activistas de Kakitzat en la protesta.
Activistas de Kakitzat en la protesta. (KAKITZAT)

Activistas de la Koordinadora Antimilitarista Kakitzat han conmemorado el fin de la «mili» desnudándose ante el Gobierno Militar de Bilbo. Consideran que actualmente hay «una pandemia de militarismo y virus del gasto militar».

Así, han denunciado el «despilfarro que supone destinar este año 22.796 millones de euros al gasto militar o que el Gobierno Vasco subvencione, vía presupuestos, con 100 millones de euros la industria militar vasca».

En su opinión, gracias a la estrategia y constancia del movimiento antimilitarista, el Ejército español se vio obligado a dar por finalizada la «mili» el 30 de diciembre del 2001, día que salió de los cuarteles el último reemplazo.

«El fin de la lacra del militarismo fue posible gracias a la lucha del movimiento antimilitarista, el cual contó con un gran respaldo social», han asegurado. Opinan que uno de los principales puntos de inflexión de esta lucha contra llegó el 20 de febrero de 1989 con la presentación de los primeros insumisos, dando así inicio al movimiento por la insumisión.

En total, 25.000 jóvenes se declararon insumisos. 12.000, en Hego Euskal Herria, de los cuales 1.670 terminaron en la cárcel. «A pesar de lo que nos pueda parecer hoy en día, la insumisión no fue un camino fácil, ya que el Ejército puso en marcha toda su maquinaria represiva hasta el punto de que algunos insumisos como Unai Salanueva o Kike Mur pagaron con su vida la abolición del servicio militar obligatorio», han manifestado.

Aunque el movimiento antimilitarista logró la abolición de la conscripción, desde sus inicios, la dinámica de insumisión se marcó como meta la consecución de una sociedad desmilitarizada, sin guerras y más justa. Es por ello que siguen denunciando «lo enfermizo del militarismo, la lacra del ejército o el virus del gasto militar. Pasados los años se demuestra que aún hoy, el movimiento antimilitarista, sigue teniendo contundentes y necesarios motivos para mantenerse».

De hecho, pasados 20 años, y con la desobediencia civil como herramienta, reivindican un mundo sin guerras y denuncian la actividad empresarial armamentístico vasco, compuesto por medio centenar de fábricas de armas. Por todo ello, en el este aniversario del último reemplazo de quintos a la “mili”, quieren hacer un llamamiento a continuar luchando contra el virus del militarismo.

Identificaciones y sanciones

Según ha señalado un integrante de Kakitzat a Europa Press, la Ertzaintza ha identificado a varias personas que han participado en esta acción y ha abierto un proceso sancionador por «desobediencia» contra tres de ellas.

En el momento de llevar a cabo la acción, según han explicado, ha acudido la Ertzaintza, les ha identificado y les ha cambiado de sitio, para que el colectivo «dejase la entrada libre». Los congregados han indicado a los agentes que «no estaban cerrando el paso a la entrada y que no había ningún problema» si acudía algún vehículo.

Tras la identificación, la Policía autonómica «ha abierto un procedimiento sancionador», ha señalado el representante de Kakitzat. En ese sentido, ha asegurado que el colectivo entiende que se trata de un procedimiento sancionador por desobediencia que «no tiene sentido alguno».