Iker Bizkarguenaga
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

La dirección de EA certifica su mayoría, los críticos escenifican la fractura

La primera jornada del XIII Congreso Nacional de EA sirvió para corroborar gráficamente la fractura existente en su seno y comprobar que la dirección cuenta con el respaldo mayoritario de los compromisarios. 133 de 249 participaron en la votación telemática.

Iratxe López de Aberasturi junto a Maiorga Ramírez, ambos del sector crítico.
Iratxe López de Aberasturi junto a Maiorga Ramírez, ambos del sector crítico. (Raul BOGAJO | FOKU)

Eusko Alkartasuna arrancó su XIII Congreso Nacional constatando la profunda fractura existente entre los integrantes del sector crítico, que decidieron celebrar una asamblea paralela, y la dirección del partido, pero certificando, asimismo, que ésta aglutina a una mayoría de los compromisarios. En todo caso, en un partido acostumbrado a congresos movidos, no parece fácil revertir una ruptura escenificada de forma tan gráfica.

Aunque la sesión de ayer era telemática, más de un centenar de compromisarios del sector crítico, liderado por Maiorga Ramírez, se presentó en la puerta del Palacio Europa de Gasteiz, donde se centralizaba la jornada, y denunciaron que no se les había dejado entrar –por ser un evento telemático–, y se les había anulado la candidatura que habían presentado a la mesa por «defectos de forma y por no tener los avales pertinentes».

Por contra, la actual secretaria general y candidata a la reelección, Eba Blanco, recordó que «las normas de participación eran sabidas y conocidas por todos». «No pueden achacarnos que no hayan podido participar. Las normas eran sabidas y conocidas: participación telemática y presentación de avales para ser miembros de la mesa. Quien incumple las normas a sabiendas, a sabiendas no quiere participar en este congreso», replicó.

Un 53,4% de compromisarios

Más allá de este intercambio de reproches, Blanco explicó que en la cita congresual está participando «una mayoría» de los 249 compromisarios elegidos. En concreto, 133, es decir, un 53,4% que está «participando con toda normalidad en el Congreso de Eusko Alkartasuna, debatiendo las ponencias políticas y estatutarias». Y llegada la hora de las votaciones, las dos ponencias sometidas a escrutinio resultaron aprobadas: la política con 131 votos a favor y dos abstenciones, y la estatutaria con 132 síes y una abstención.

De este modo, la dirección de EA certificó que cuenta con el apoyo mayoritario del partido. «Se equivoca quien piensa que no participando se resta legitimidad a este congreso», apostilló Blanco, quien valoró que quienes pierden toda legitimidad son quienes rechazan el debate y «no son capaces de aceptar la voluntad de la mayoría».

En la ponencia política aprobada se apuesta por la continuidad en EH Bildu «respetando el protagonismo político» de sus integrantes, y priorizando la consecución de los «objetivos comunes» de los partidos que la componen –Sortu, EA y Alternatiba–, sin renunciar a su «propia historia e identidad». El sector crítico, que reclama mayor peso de EA en EH Bildu, había presentado una enmienda a la totalidad que defendía hacer de esa relación una «mera coalición electoral». Fue rechazada.

La ponencia estatutaria plantea eliminar las primarias para la elección de la Secretaría General –algo que también rechazan los críticos– y que esta sea elegida en un congreso entre los candidatos que se presenten.

Hoy está previsto que se vote la nueva dirección del partido, que volverá estar dirigido por Eba Blanco, ya que su candidatura fue la única presentada.

A este respecto, Ramírez no precisó si entre los temas a tratar en su asamblea paralela iba a estar la votación de una dirección alternativa. Lo que sí trascendió es que los críticos aprobaron la enmienda presentada por ese sector a la ponencia política aprobada en el Congreso.

El parlamentario navarro, una de las caras visibles de ese sector, indicó que el día iba a ser «largo» y que las decisiones que se adoptaran en esa asamblea serán dadas a conocer hoy.

Está por ver en qué términos se concretan y cómo se expresan esas decisiones, pero los pasos que se han ido dando en los últimos años y la creciente animosidad entre las dos partes invitan a concluir que esta cita congresual se va a saldar con una división irreconciliable.