Alberto Matxain
Iritzi arloko erredaktorea / redactor de la sección de opinión

El giro de Enrique Maya

Los datos de la Fiscalía de Menores y de asuntos instruidos en los tribunales navarros desmintieron al alcalde. Enrique Maya (m)atizó señalando a los menores extranjeros no acompañados. 

Enrique Maya, en un pleno del Ayuntamiento de Iruñea.
Enrique Maya, en un pleno del Ayuntamiento de Iruñea. (Jagoba MANTEROLA / FOKU)

«Nuestro ofrecimiento ha sido directo, tanto a la consejera Ollo como al vicepresidente Remírez, de ofrecernos en caso de que haya que acoger a personas que vengan de Ucrania. Desde luego, pondremos todos los medios que disponemos para poder acogerles en Pamplona como merecen». Llaman la atención estas declaraciones del alcalde de Iruñea. Hace cuatro semanas fue reprobado por unas declaraciones racistas y aporófobas realizadas en enero. Recordemos la secuencia que le llevó a la reprobación.

El 18 de enero, el alcalde nacido en Montevideo declaró: «Casi todas las personas que cometen delitos no son nacidas aquí. Esto no es xenofobia». Días más tarde, los datos de la Fiscalía de Menores y de asuntos instruidos en los tribunales navarros desmintieron al alcalde. Enrique Maya (m)atizó señalando a los menores extranjeros no acompañados. «Primero dije que los ‘mena’ también cometen delitos, eso es objetivo, tenemos datos más que de sobra para avalarlo y el Gobierno de Navarra seguro que también. Y lo siguiente es que en ese tipo de delitos de robo con violencia e intimidación, los datos de que dispongo es que el 80% de esos delitos, aproximadamente, son de personas no nacidas en España. Eso es objetivo, eso es real». En lugar de sacar la pata con dignidad, siguió metiéndola.

Estas declaraciones le valieron la reprobación y lo que es más importante, el distanciamiento del PSN de Maite Esporrín, agravado por la espantada de Sayas y Adanero. Tal vez este distanciamiento haya servido a Enrique Maya para reflexionar o, quién sabe, tal vez se le haya aparecido San Fermín y le haya encargado la misión de acoger a aquellos que más lo necesitan. En cualquier caso, está muy bien que muestre su disposición a acoger refugiados de guerra ucranianos, no cabe otra opción. Pero Maya solo será creíble si su empatía y sus políticas de acogida e inclusión son igual de generosas con todos aquellos que han llegado a Iruñea huyendo de la guerra, el hambre y la miseria.