Jon Ormazabal

Concienciados de que tendrán que ganar el domingo en la Catedral

Altuna-Martija y Laso-Imaz prefieren no distraerse con la derrota de Irribarria-Zabaleta haciendo estos más de 16 tantos que clasificaría a ambas parejas.

Las dos parejas han terminado satisfechas con lo que han encontrado en el cestaño.
Las dos parejas han terminado satisfechas con lo que han encontrado en el cestaño. (BAIKO PILOTA)

Dentro de las múltiples posibilidades existentes de cara a esta última combinación, existe una, la victoria el sábado de Elezkano-Zabaleta ante Irribarria-Rezusta haciendo estos últimos más de 16 tantos, que haría que Altuna III-Martija y Laso-Imaz se clasifiquen directamente para la final sin tener que jugar el partido del domingo en el Astelena para el que han apartado hoy el material sin mayor problema. No obstante, hoy por hoy, ninguna de las dos parejas quiere distraerse en cábalas, ni siquiera los de Aspe, a los que un triunfo de los vigentes campeones en el Labrit, con cualquier resultado, también metería en el partido del 3 de abril en el Bizkaia.

Con la influencia que el resultado del sábado tendrá en las dos parejas, cada uno gestionará los nervios durante esa hora a su manera. Unai Laso tiene claro que verá el partido por la tele, Julen Martija tiene dudas pero cree que terminará haciendo, mientras que Ander Imaz tiene claro que no lo hará. «Ya viví esa experiencia cuando jugué el campeonato con Aimar –2018–. Y lo pasas mal, al menos si no ocurre lo que te conviene». Ese año, una victoria en Gasteiz de sus rivales el domingo ante Elezkano-Rezusta les hubiera dado el pase a la final, pero el de Zaratamo y el de Bergara remontaron un 17-21 en contra para colarse en la final.

Pero un triunfo de los zurdos dejaría a Altuna-Martija y Laso-Imaz prácticamente en las mismas condiciones de cara al partido del Astelena. En esta hipótesis, las dos victorias que los de Aspe cuentan actualmente solo les darían un tanto de ventaja, pues serían finalistas una vez lleguen al cartón 21. Es por ello que el amezketarra ha asegurado que saltará a la cancha, «mentalizado para hacer 22 tantos. Desde ese punto de vista nada cambia respecto a los compromisos anteriores». Lo que sí es nuevo es que, superando esta última criba, entraría en su primera final del Parejas, su último reto a nivel personal.

Sin presión añadida

«Pensar en eso tampoco me ayuda, es cierto que tengo muchas ganas de jugar una final del Parejas y estoy super ilusionado pero, a su vez, estoy contento con el trabajo que estamos haciendo. Personalmente me encuentro muy bien, llevo tiempo disfrutando en la cancha y con eso me quedo, tengo que seguir trabajando y, si es esta vez, super contento y, si no, no será por mala suerte, sino porque hay otras parejas super buenas y, porque, al final, la competición es difícil y cuesta llegar a las finales», ha apuntado el amezketarra.

La dupla de ASPE afirma que, a pesar del enorme esfuerzo partido del pasado sábado, llegan recuperados para disputar este partido trascendental. «El domingo tras el partido estaba muy cansado y tuve problemas en el gemelo. Pero ya el lunes hicimos entrenamiento normal. Tengo muy bien las manos, se me cargan poco», ha afirmado Julen Martija.

Previa del Manomanista

El festival del domingo en Eibar, para el que el ritmo de venta de entradas es muy elevado, servirá también para que Aspe realice una de las previas que tiene prevista de cara al Manomanista, entre Elordi y Darío. Parece que las empresas están valorando muy seriamente que el Manomanista de este año tenga un sistema de competición como el del Cuatro y Medio, es decir con una liguilla en cuartos de final.