Favoritismo, incomunicación, críticas al cuerpo y comentarios culturalmente insensibles son algunos de los abusos que han tenido que sufrir las componentes de la selección de rugby de Nueva Zelanda, tal y como ha revelado un informe de la Federación de dicho país.

El documento que hace referencia a la situación vivida por las "Black Ferns" surgió a raíz de que la jugadora Te Kura Ngata-Aerengamate denunciase el año pasado en Instagram que el entrenador Glen Moore presuntamente realizaba comentarios inapropiados.

El informe, que contiene 26 recomendaciones, indica que las preocupaciones de Te Kura eran compartidas por otras jugadoras de origen maorí o de las Islas del Pacífico, campeonas mundiales en 1998, 2002, 2006, 2010 y 2017. Ellas «habían experimentado un comportamiento similar por parte de varios miembros de la dirección (de 'favoritismo', 'incomunicación' e insensibilidades culturales) o lo habían presenciado, o se lo habían contado al mismo tiempo», según se recoge.

Tras la publicación del dossier, el director general de New Zealand Rugby, Mark Robinson, ha expresado que su federación ya ha recibido y estudiado a fondo el documento y que trabajará para aplicar las recomendaciones expresadas.

«Nadie debería dudar de nuestro compromiso con el progreso del rugby femenino en este país. Este informe pone de manifiesto que no lo hemos hecho todo bien y nos disculpamos por no haber proporcionado todas las herramientas para que nuestra gente tenga éxito», ha remarcado Robinson en un comunicado.

Robinson ha añadido que desde la denuncia de Te Kura se han implementado varios cambios. como el anuncio de la semana pasada de que Wayne Smith se incorpore en calidad de entrenador técnico para ayudar al seleccionador, Glenn Moore.

El informe, de 31 páginas, basado en las entrevistas a 52 jugadoras, miembros de la gerencia y personal asociado a la selección, ha subrayado que la mitad de las deportistas de las "Black Ferns" son maoríes y un 25 por ciento de las islas del Pacífico.