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Los pueblos prehistóricos grababan diseños artísticos a la luz del fuego

Un examen de 50 piedras grabadas, con diseños de 15.000 años de antigüedad, ha revelado que los primeros ancestros humanos creaban el arte rupestre a la luz del fuego.

Una de las piedras con grabados prehistóricos que han analizado durante el estudio.
Una de las piedras con grabados prehistóricos que han analizado durante el estudio. (Andy NEEDHAM | UNIVERSIDAD DE YORK)

Según ha revelado un examen de 50 piedras desenterradas en el Estado francés y grabadas con diseños artísticos hace unos 15.000 años, los primeros humanos crearon las piezas de arte rupestre a la luz del fuego. Los investigadores han descubierto que las piedras estudiadas presentaban patrones de daño por calor, lo que significa que fueron talladas cerca de la luz de un fuego.

El estudio ha sido realizado por investigadores de las Universidades de York y Durham, en Gran Bretaña, para después ser publicado en la revista ‘Plos One’.

Los científicos examinaron la colección de piedras grabadas, conocidas como plaquetas, que ahora se conservan en el Museo Británico. Creen que, probablemente, fueron fabricadas con herramientas de piedra por el pueblo magdaleniense, una cultura de cazadores-recolectores que data de hace 23.000 y 14.000 años.

Los investigadores identificaron patrones de daños por calor de color rosa en los bordes de algunas de las piedras, lo que demuestra que habían sido colocadas cerca de un fuego.

Tras su descubrimiento, los científicos experimentaron con la reproducción de las propias piedras y utilizaron modelos en 3D y programas de realidad virtual para recrear las placas tal y como las habrían visto los artistas prehistóricos: bajo la luz del fuego y con las líneas blancas frescas que habrían hecho los grabadores al cortar por primera vez en la piedra hace miles de años.

El autor principal del estudio, el doctor Andy Needham, del Departamento de Arqueología de la Universidad de York y codirector del Centro de Investigación de Arqueología Experimental de York, ha señalado que «se había asumido que el daño por calor visible en algunas placas probablemente habría sido causado por algún accidente, pero los experimentos con réplicas de placas mostraron que el daño era más consistente con haber sido colocado a propósito cerca de un fuego».

«En la actualidad, podríamos pensar que el arte se crea sobre un lienzo en blanco a la luz del día o con una fuente de luz fija, pero ahora sabemos que la gente de hace 15.000 años creaba arte alrededor de un fuego por la noche, con formas y sombras parpadeantes», ha explicado.

Por su parte, la coautora del estudio, la estudiante de doctorado Izzy Wisher, del Departamento de Arqueología de la Universidad de Durham, ha explicado que el fuego, además de servir para calentarse, también ayudaba en labores de socialización: «El cálido resplandor del fuego lo habría convertido en el centro de la comunidad para las reuniones sociales, contar historias y crear arte. En una época en la que se dedicaban grandes cantidades de tiempo y esfuerzo a la búsqueda de comida, agua y refugio, es fascinante pensar que la gente aún tenía tiempo y capacidad para el arte. Muestra cómo estas actividades han formado parte de lo que nos hace humanos durante miles de años y demuestra la complejidad cognitiva de los pueblos prehistóricos».

Desarrollo cerebral

Los investigadores sostienen que trabajar en estas condiciones habría tenido un efecto dramático en la forma en que los prehistóricos experimentaban la creación de arte. Creen que esta metodología podría haber activado una capacidad evolutiva diseñada para protegernos de los depredadores llamada pareidolia, en la que la percepción impone una interpretación significativa, como la forma de un animal, un rostro o un patrón donde no lo hay.

Needham ha añadido que «crear arte a la luz del fuego habría sido una experiencia muy visceral, que activaría diferentes partes del cerebro humano. Sabemos que las sombras y la luz parpadeantes aumentan nuestra capacidad evolutiva de ver formas y rostros en objetos inanimados y esto podría ayudar a explicar por qué es común ver diseños de placas que han utilizado o integrado características naturales en la roca para dibujar animales o formas artísticas».