​El quinto cortometraje de la cineasta vasca Estibaliz Urresola, titulado ‘Cuerdas’, tendrá su estreno internacional en la 61ª Semana de la Crítica del Festival de Cannes, cuya 75 edición se celebrará entre el 17 y el 28 de mayo próximos.

La obra competirá por varios premios (Leitz Ciné Discovery y Canal +), otorgados por un jurado internacional presidido por la tunecina Kaouther Ben Hania e integrado por la griega Ariane Labed, el islandés Benedikt Erlingsson, el coreano Moon yung Huh y los belgas Benoît Debie y Benoît Debie.

Una experiencia que Urresola describe a GARA como «maravillosa, sorprendente. Cuando nos dijeron que 'Cuerdas' estaba preseleccionada, no nos lo creíamos. Ahora que entra a competición, imagínatelo. Para nosotras es un sueño estar en un certamen de esta categoría y al que muchos cineastas siempre quieren ir».

La decisión de un coro

El argumento de ‘Cuerdas’ gira en torno a una coral de mujeres que debe afrontar la decisión de aceptar la ayuda de una empresa contaminante de la región para garantizar su continuidad como formación.

Sobre esta historia, la directora de Laudio recuerda que «hace dos años, en unas jornadas de ecofeminismo celebradas en Bilbo, asistí a numerosos relatos de luchas medioambientales impulsados por colectivos de mujeres de todos los puntos del planeta. Entre ellos escuché con atención la ponencia de una médica de Muskiz que, durante décadas, había comprobado los efectos devastadores de la contaminación en la salud, no solo de las personas sino también del tejido social de su pueblo. Su relato contenía todo lo necesario para contar esta apasionante historia que me invitaba a reflexionar sobre la importancia de la cooperación, la sororidad, la salud y el cuidado de la vida».

Con esta base, Urresola creó el personaje de ficción llamado Rita, la cual «me ha permitido vehiculizar numerosos testimonios, detalles y casos reales de las entrevistas realizadas desde entonces. Y para encarnar a Rita, he tenido la enorme suerte de contar con la participación de Begoña Suarez, presidenta de la asociación Meatzaldea Bizirik, que, con 91 años, realiza su primera intervención frente a las cámaras así como de un numeroso grupo de mujeres con las que ensayamos durante más de dos meses».

Sobre la propia estructura de ‘Cuerdas’, apunta que se trata de «un relato que combina una base documental a través de personajes y localizaciones reales, con un dispositivo narrativo y fílmico de ficción que nos permite acceder a la dimensión más íntima que hace de esta historia algo universal que trasciende lo local».

Su duración es de 29 minutos y el guion también lleva la firma de Urresola. En su producción han participado Itxaso Frau, Ana Angulo, Lara Izagirre y la propia directora.

Transexualidad infantil

‘Cuerdas’ se revela como un cortometraje-puente con el que será la primera apuesta en formato largo de Urresola, ‘20.000 especies de abejas’. Sobre ello, la directora dice sentir «una sensación de nervios muy intensa y curiosa que se mezcla con la alegría con lo que está ocurriendo ahora mismo con 'Cuerdas'. Creo que la definición que mejor le viene es una que me dijo una niña durante el casting de la película. Ella me dijo que se sentía ‘urdupozik’, una mezcla de nervios y alegría muy intensa».

El filme aborda un espacio temático que a la directora le genera gran interés ya que «tiene como transfondo la construcción de la identidad sexual. En este caso, es la crónica de una niña llamada Lucía que aborda su personal despertar a la vida ante su espejo físico y emocional. Me interesaba mucho plantear este tema dentro de un entorno familiar y era necesario tratar la transexualidad infantil con total naturalidad».