La Real quiere hacer historia, el Eibar seguir vivo y el Alavés una ronda menos en Copa

Las donostiarras asegurarán el billete a la Champions League si se imponen al Rayo. El equipo armero necesita ganar al Villarreal para mantener opciones de permanencia. El Alavés puede escalar posiciones en Huelva.

Zubieta quiere acoger una fiesta con la victoria de la Real, que le aseguraría la clasificación europea.
Zubieta quiere acoger una fiesta con la victoria de la Real, que le aseguraría la clasificación europea. (Gorka Rubio | Foku)

La 28ª jornada de Liga para el fútbol vasco se completa mañana, con partidos importantes para Real y Eibar, vital en el caso de las azulgranas, y la posibilidad para el Alavés de redondear una gran temporada. El comienzo no ha podido ser más prometedor porque el Athletic se ha reencontrado con la victoria ante el Granadilla (2-1), echando de paso una mano a la Real que, de sumar un solo punto en las tres últimas jornadas, será ya inalcanzable para las tinerfeñas, a las que visitará precisamente el próximo domingo. No ha ido tan bien para el Eibar, porque el Valencia ha empatado en su visita al Betis (0-0), ampliando a siete puntos la distancia que deben neutralizar las azulgranas en estas tres jornadas.

Real Sociedad - Rayo Vallecano (12.00, ETB1)

La Real regresa a Zubieta con ganas de fiesta. Raro sería que no la celebrase cuando concluya la que ya es la mejor Liga de su historia pero siempre se puede repetir y, por si acaso, las donostiarras quieren conseguir cuanto antes el premio a su trayectoria. Lo harán si suman los tres puntos ante un Rayo ya descendido, que les darían la clasificación matemática para la Champions League, aunque después tendrán que seguir peleando por asegurar la segunda plaza y ahorrarse una de las dos eliminatorias previas del torneo continental.

Reconoce Natalia Arroyo que quiere conseguirlo ya, por mucho que esté disfrutando de esta situación previa, con todo lo que conlleva a nivel de atención mediática y de tensión. Porque sobre todo ve a su equipo «ilusionado. Decir Champions, no sé su con miedo, con ilusión, con una sonrisa, nos apetece, hemos soñado con algo así. Nos lo hemos merecido y me parece un premio estar a tres jornadas de acabar la Liga pudiendo hablar de esto, con la certeza de que lo tenemos muy cerca y de que depende de nosotras. Me parece una grandeza. La Real que e imagino, en la que quiero estar, quiere estar aquí, en este jaleo de estar en Europa sí, Europa no. Bienvenida la palabra, la ilusión, los nervios.. Y el domingo veremos cómo hay que manejarlos. Pero tenemos que aprender, siempre tiene que haber una primera vez y nuestra primera vez es que tenemos que marcar un gol más que el rival en dos de los partidos que nos quedan y ya está». Se congratula, además, la entrenadora de que todos esos factores no se estén notando en el trabajo de su equipo, que «está entrenando bien. Me parece lo más difícil a estas alturas, por fatiga y porque puedes tener la falsa idea de que lo tengas hecho. Y el equipo está centrado en que hay que seguir en lo que nos ha dado hasta ahora».

Obviamente, la propia Arroyo está «ilusionada». También «agradecida a lo que me están permitiendo vivir el club y las jugadoras porque está siendo muy bonito. Lo están haciendo posible desde su exigencia y desde su compromiso y estoy superagradecida a cómo siguen recibiendo nuestra ayuda. También al cuerpo técnico y al club porque me diera esa primera situación de confianza que nos ha puesto aquí. Estoy encantada y a la vez siento mucha responsabilidad. Y con ganas de que den los números ya para celebrar Europa y conseguir también la segunda posición, que es lo que nos gustaría porque facilita un poco la pretemporada en un verano complicado, con la Eurocopa y la Copa América».

El segundo puesto tendrá que esperar una semana más pero para asegurar Europa «sólo» hay que ganar mañana a un Rayo ya descendido pero que no lo pondrá fácil por «su historia y la posibilidad individual de cada jugadora de seguir estando en Primera, estar en el escaparate», y también por lo que hace sobre el césped. «Es un equipo que tiene tramos de juego que juega muy bien porque tiene futbolistas que pueden tener el balón bien y mucho tiempo. Tienen una libertad de movimiento que a veces le hace algo caótico en el juego y eso te complica a ti. Potencia muy bien las individualidades, puede defender de distintas maneras y a distintas alturas y no tienes una única idea de partido en la cabeza, eso hace que sea más complicado de preparar. Van a seguir viniendo a hacer un buen partido y sin la presión de nada, que generalmente hace más peligrososa los rivales. Tenemos que centrarnos en atacarles bien y lo más variado posible y estar muy alerta a momentos de vigilancia. Vienen de hacer sufrir mucho al Real Madrid, de pelear con Levante y Granadilla… Máxima atención porque incluso sin jugarse nada van a venir a dignificar la historia de un club que hace una década estaba ganando Ligas y en Europa. Eso les moverá como siempre porque la franja es la franja», recuerda la catalana, que recupera a Iris Arnáiz y Emma Ramírez para un choque que sólo se perderán las lesionadas Adriana, Iraia y Cecilia.

Eibar - Villarreal (11.30)

El Eibar también suspira por una fiesta que, las matemáticas manda, no podrá llegar antes del próximo 15 de mayo. El problema de las azulgranas es llegar a ese día con posibilidades de celebrarla porque llegan a esta recta final de la temporada en situación crítica. Hay nueve puntos en juego y están a ocho del Madrid, siete del Valencia que ha empatado esta mañana y seis de Sporting y Villarreal. La buena noticia es que se enfrentarán a dos de sus rivales directos (al Villarreal mañana y al Valencia en la última jornada), la mala es que tienen el golaverage negativo con todos menos con el Madrid y que tienen que ganar como mínimo sus dos partidos en Unbe -el último desplazamiento, el próximo domingo, les llevará a visitar al Atlético de Madrid– y esperar que al menos uno de sus rivales no sume prácticamente ninguno de los puntos que restan por disputar aún.

Jordi Ferrón reconoce que la situación es «muy complicada» pero destaca que «el pensamiento es positivo, de que se va a sacar. Sabemos que nos va a costar pero lo podemos sacar. Nos quedan tres partidos, el de mañana es vital, pero podemos y sobre todo creemos que podemos y eso ayuda porque la fe mueve montañas. Si no lo creyéramos, ya habríamos bajado los brazos, pero cuando ves entrenar al equipo, cómo ha competido, incluso en Tenerife, nos llena de ilusión y empuje».

Admite el técnico que se sabe de memoria el calendario de sus rivales y que ha echado todas las cuentas posibles pero no se fija en ninguno en concreto sino «en el siguiente partido, en conseguir estos tres puntos. Después tenemos una salida muy difícil pero si no conseguimos estos tres puntos, vamos a tener que ir a Lourdes. Y como los milagros son muy complicados, mañana vamos a sacar los tres puntos que nos acerquen y ya veremos al final de la jornada cómo queda todo. Pero en estas dos semanas sólo hemos pensado en el Villarreal».

Un rival del que destaca que es «un equipo, si no no habría salido de una situación tan complicada, en la que llegó a estar con puntos negativos por la sanción. Tiene muy buenas jugadoras y entrenadora pero sobre todo son un equipo, que a base de buen trabajo ha salido de una situación complicadísima. Es de los que nos gustaría que se salvase pero nosotras nos jugamos lo nuestro, es una lucha entre ellas y nosotras».

Para saldarla de su lado, el Eibar deberá sentirse «cómodo haciendo nuestro juego y que el rival no pueda hacerlo. Y, como siempre, ser muy intensas y demostrar desde el primer minuto que vamos a por el partido», asegura, aunque a este respecto subraya que «el contrapunto es entre que este partido es una final y hay que ganarla y que son noventa minutos. Tenemos que ser consciente de que el nerviosismo no nos acerca sino que nos aleja de la victoria. Que haya motivación extra pero no sobremotivación», ha concluido Ferrón, que ha incluido a todas sus futbolistas en la convocatoria.

Sporting de Huelva - Alavés (12.00)

El Alavés intentará echar una mano a las guipuzcoanas en Huelva, donde visitan a un Sporting que necesita los puntos de la salvación definitiva. Algo que ya aseguró el equipo albiazul la pasada jornada, pese a lo que viaja «con la máxima ambición y con la ilusión de seguir mejorando en lo que tenemos que mejorar –asegura Mikel Crespo–. Desde la tranquilidad de saber que el objetivo está cumplida pero con la ambición de sumar los máximos puntos posibles y acabar lo más arriba posible». Sobre todo porque si neutraliza los dos puntos que le separan del Sevilla, concluirá la temporada en una magnífica octava plaza que, además, tendrá premio el próximo curso, con una eliminatoria menos en la Copa. Las gasteiztarras, además, quieren celebrar la permanencia con el triunfo que se les resistió ante el Real Madrid y mejorar, de paso, los números de una segunda vuelta por debajo de la primera.

Evidentemente, la motivación no es la misma que la del rival pero Crespo no tiene claro que eso pueda decantar la balanza. «Nunca sabes. Muchas veces vas sin presión y eso hace que el equipo se suelte y otras hace que el equipo se acabe relajando. Yo tengo confianza en que va a ser lo primero porque les estamos viendo entrenar estas dos semanas y han entrenado muy muy bien y a un nivel muy muy alto. Y vamos con la máxima ambición, sabiendo que va a ser un partido duro pero con ganas de seguir sumando».

El Sporting no sólo opondrá su necesidad. «Es un equipo que ha sido muy competitivo toda la temporada –recuerda el técnico alavesista–. Ha costado mucho hacerle gol desde principio de temporada y no ha cambiado en eso, sigue con esa solidez defensiva. Y, además, a partir de enero se ha soltado más en hacer goles, tiene más eficacia. Y eso es lo que le está dando esas victorias que no consiguieron en la primera vuelta aunque tampoco perdieron muchos partidos porque costaba hacerles gol. Va a ser muy complicado, además allí se hacen más fuertes, pero vamos con ganas de ganar», insiste Crespo, que sólo tiene la duda de Urru para la cita.