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La mayoría de los estadounidenses defiende el derecho al aborto

Las encuestas insisten en que los que defienden el derecho al aborto son mayoría en EEUU. Los demócratas, con un converso Joe Biden a la cabeza, quieren cabalgar sobre la movilización popular para frenar unos sondeos que les auguran un desastre en las elecciones de medio mandato.

Protesta contra el Supremo en Nueva York.
Protesta contra el Supremo en Nueva York. (Bryan R. SMITH | AFP)

La mayoría de los estadounidenses, un 54%, considera que el Tribunal Supremo debe mantener el fallo que protege el derecho constitucional al aborto.

Así lo apunta la última gran encuesta, encargada por “TheWashington Post” y la cadena ABC, y realizada la semana pasada, días antes de conocerse la filtración de un borrador de una sentencia del Supremo que apunta a que una mayoría de magistrados están a favor de revocar la norma que protege el derecho al aborto.

El resultado señala que el 54% de los estadounidenses piensa que la norma, conocida como «Roe contra Wade» y en vigor desde 1973, deben continuar; mientras que el 28% cree que debe ser revocada.

«Roe contra Wade» es una sentencia que protege como constitucional el derecho de las mujeres a abortar, impidiendo por tanto a los estados que conforman EEUU prohibir esta práctica. Antes de la sentencia, 30 de los 50 estados del país tenían leyes que prohibían el aborto en cualquier momento de la gestación.

Preguntados de manera más general si el aborto debería ser legal en la «mayoría de los casos» o «en todos los casos», el 58% de encuestados consideraron que sí, frente al 37% que asegura que debería ser ilegal en «la mayoría de los casos» o «en todos los casos».

Si la cuestión se plantea de acuerdo a circunstancias más específicas, el apoyo al aborto es mucho más amplio. El 82% respondió que debería ser legal cuando la salud de la madre está en peligro, el 79% lo respalda cuando el embarazo ha sido causado por violación o incesto; y el 67% lo apoya cuando hay evidencia de graves problemas de salud para el feto.

El respaldo al aborto, no obstante, está muy marcado por las tendencias políticas de los encuestados. El 75% de los demócratas encuestados consideran que el Supremo debería mantener la norma, frente al 53% de independientes y el 36% de los republicanos.

El respaldo al aborto se ha mantenido por encima del 50% en las últimas décadas, con una media del 55% apoyando su legalidad en todos o la mayoría de los casos en las encuestas nacionales del Post-ABC desde 1995.

Campaña demócrata y Biden

Los demócratas buscan fórmulas para proteger el derecho al aborto ante el posible fallo contrario del Tribunal Supremo, mientras los estados se preparan para legislar en un sentido u otro a la espera de la decisión final. El propio presidente, Joe Biden, católico ferviente que nunca ha sido un gran defensor del derecho a abortar, se ha puesto en primera fila en una lucha que puede marcar los próximos meses, y en lo que algunos ven una maniobra oportunista para galvanizar el voto cuando las encuestas para las elecciones de medio mandato en noviembre vaticinan una hecatombe demócrata en el Congreso, donde tienen mayorías ajustadas.

Por de pronto, el inquilino de la Casa Blanca, quien apoyó en 1982 una tentativa para acabar con la jurisprudencia de «Roe contra Wade», utilizó el martes por primera vez el término aborto (hasta entonces hablaba del derecho de las mujeres a elegir o de salud reproductiva).

Laxitud en su defensa

Todavía en 2006, Biden seguía siendo hostil a ese derecho. «No veo el aborto como una elección o un derecho, creo que es una tragedia», insistía, para apostar por «centrar los esfuerzos en los medios para limitar» el número de interrupciones voluntarias del embarazo.

Desde entonces su postura fue evolucionando hacia la defensa del derecho de la mujer a elegir, lo que le supuso duras críticas del clero católico. Cuando llegó a la Casa Blanca derogó los obstáculos administrativos y financieros impuestos por su predecesor, Donald Trump, al derecho a abortar.

Los activistas saludan la evolución de Biden y se felicitan de que, el martes, y por primera vez, defendiera explícitamente el derecho a abortar, pero reprochan a su Administración no haber luchado lo suficiente para impulsar una ley federal que habría podido dejar sin efecto la esperada sentencia antiabortista del Supremo, en manos de los ultraconservadores. El Gobierno se defendió recordando que impulsaron un voto en marzo pero que no salió adelante a falta de una suficiente mayoría demócrata en el Senado.

CALIFORNIA
El gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, advirtió de que defenderán «con uñas y dientes» el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y acogerán a todas las mujeres que no puedan  hacerlo en sus estados.

Oklahoma prohíbe el aborto tras filtrarse el borrador del Supremo

El gobernador republicano del estado de Oklahoma, Kevin Sitt, firmó el mismo martes, horas después de la filtración del borrador de la sentencia del Supremo, una ley para prohibir el aborto a partir de las seis semanas de gestación.

«Estoy orgullos de firmar la Ley de Latidos del corazón de Oklahoma. Quiero que sea el estado más provida del país porque represento a los cuatro millones de habitantes que abrumadoramente quieren proteger a los no nacidos», señaló al firmar la ley aprobada el pasado 6 de abril.

LA OMS ADVIERTE
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recuerda que restringir esa práctica no reduce su incidencia sino que «arrastra a mujeres y chicas a procedimientos inseguros».




­­Las primarias de Ohio confirman a Trump entre los republicanos

La victoria del inversor J.D. Vance en las primarias republicanas de Ohio para luchar por uno de los escaños del estado en el Senado de EEUU evidencia el ascendiente que el expresidente y magnate Donald Trump (2017-2021) todavía tiene en el partido.

Ohio, un estado del medio oeste considerado un termómetro de la temperatura política de EEUU, celebró el martes varias primarias republicanas y demócratas de cara a las elecciones legislativas de medio mandato de noviembre, en las que está en juego el control del Congreso estadounidense.

La contienda que recibió más atención fue la que se libró por la vacante que deja el republicano Rob Portman, quien ha anunciado su retirada tras 12 años en la Cámara alta, y en la que había siete aspirantes. Vance fue quien contó con el codiciado respaldo de Trump

Tras ser proyectado como vencedor, aseguró que «la prensa política había querido escribir una historia acerca de su campaña como la muerte de la agenda de Trump. «Señoras y señores, esto no es la muerte de la agenda 'America First', manifestó ante el jolgorio de sus seguidores.

Si bien casi todos los aspirantes compartían gran parte del pan-americanismo estadounidense y el proteccionismo comercial de Trump, Vance fue el único que logró llevar al ex-mandatario a uno de sus mítines.

Desde que dejó el poder en enero de 2021, Trump se ha mantenido en la primera línea política con mítines y apoyos explícitos a diferentes candidatos republicanos, a la vez que alimenta el suspense acerca de si se presentará en 2024.

Vance, gestor de un fondo de inversión de 37 años, se disputará el escaño con el legislador demócrata Tim Ryan, quien se impuso en las primarias demócratas.
Es, además, autor de un libro de éxito de 2016, «Hillbilly: una elegía rural», donde retrató la desesperación de una familia de raza blanca acechada por las adicciones, la falta de empleo y la decadencia económica. La novela fue llevada con éxito al cine, y fue considerada un retrato del votante de Trump en las zonas desindustrializadas del país.

Los republicanos buscan arrebatar a los demócratas el control del las dos cámaras del Congreso y las encuestas apuntan a que podían lograrlo en el Senado.