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Los Marcos y Duterte juniors arrasan y hunden a Filipinas en la amnesia y la impunidad

El hijo del dictador Marcos y la hija del autoritario presidente Duterte arrasan. Los represaliados están «horrorizados» y, por lo menos, «esperan» que el nuevo presidente se olvide de la sangrienta «guerra a las drogas» al centrarse en recuperar los miles de millones que su familia desfalcó.

El presidente saliente, Rodrigo Duterte.
El presidente saliente, Rodrigo Duterte. (Ferdinandh CABRERA | AFP)

No ha habido sorpresas. Ferdinand 'Bongbong' Marcos Junior, hijo del dictador que dominó Filipinas durante 20 años, se perfila como el ganador en las elecciones presidenciales con un 96% escrutado y más de 30 millones de votos, más del doble que su rival, la actual vicepresidenta y líder opositora, Leni Robredo (14,5 millones).

En los comicios para elegir a vicepresidente, también celebrados ayer lunes, cuenta con una amplia ventaja Sara Duterte-Carpio, hija del actual mandatario, Rodrigo Duterte, y quien formó tándem electoral con Marcos, con más de 31 millones de votos y que triplica en papeletas a su más cercano perseguidor, Kiko Pangilinan con 9,1 millones de votos.

Estos resultados suponen la vuelta al poder de la familia Marcos y la primera victoria con mayoría absoluta desde que dictador fuera expulsado del poder en 1986 tras una revolución popular pacífica que acabó con el régimen déspota y corrupto, instaurado en 1965.

Por otro lado, la victoria de Sara Duterte-Carpio sella la impunidad de su padre, cuyo mandato está bajo investigación por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por posibles crímenes de lesa humanidad durante su «guerra a las drogas».

El director de Human Rights Watch en Filipinas, Carlos Conde, aseguró a Efe que los Marcos solo están interesados en «recuperar la riqueza ilícita que amasaron durante la dictadura», más de 10.000 millones de dólares, por lo que por «irónicamente la llegada de Bongbong al poder puede frenar los asesinatos extrajudiciales» cometidos durante el mandato del presidente Duterte, que las organizaciones de defensa de los derechos humanos cifran en decenas de miles.

Robredo, la única candidata mujer y quien en 2016 venció a Bongbong Marcos en su lucha por la vicepresidencia, pidió a sus seguidores »paciencia» y evitó reconocer su derrota. «Sé que no es fácil aceptar los números que van saliendo en el conteo rápido. No sólo arrepentimiento, sino clara frustración es lo que sienten nuestras filas», remarcó la candidata, que denunció «irregularidades» durante las votaciones.

«Asustados» y «horrorizados»

 Los represaliados del dictador Ferdinand Marcos se muestran «asustados» y «horrorizados».

«Vienen años turbulentos ahora, pero tenemos que continuar la lucha por la verdad y la memoria», señala Bonifacio Ilagan, de 74 años, que fue arrestado y torturado durante la Ley Marcial (1972-1981), y cuya hermana desapareció tras ser detenida por la policía.

Durante la dictadura conyugal de Ferdinand e Imelda Marcos, unas 3.257 personas fueron víctimas de asesinatos extrajudiciales durante la Ley Marcial, y unas 35.000 fueron torturadas, según Amnistía Internacional.

Ilagan, miembro de la Fundación Monumento de los Héroes (Bantayog ng mga bayani, en tagalo), organización que se encarga de preservar la memoria de los desaparecidos y asesinados durante los años de gobierno del dictador Marcos, asegura que la abrumadora victoria de “Bongbong” demuestra que «la maquinaria propagandística de la familia Marcos ha envenenado totalmente a los filipinos».

Una intensa campaña de desinformación en las redes sociales propaga durante años el relato de una Filipinas idílica en los tiempos de Ferdinand Marcos (1965-1986), y se aprovecha de bulos que se han creído miles de ciudadanos, como el de que su familia oculta un gran tesoro de lingotes de oro que repartirán entre la población si es elegido presidente.