Araba, Bizkaia y Gipuzkoa generan únicamente el 9,7% de la energía que consumen, por lo que deben traer de fuera el 90,3%. Es uno de los datos que se recogen en el estudio que publica este miércoles EiTB DATA y que se mantiene «relativamente estable desde 2018».

Cerca de la mitad de lo que se consume corresponde al petróleo y sus derivados (45,8%). La energía eléctrica supone el 32,6%, y de ella un 8,2% proviene de fuentes renovables. El gas natural supone el 20,7%.

El estudio ofrece datos más pormenorizados del consumo eléctrico. La CAV produce el 43% de la electricidad que utiliza, el 17% es de origen renovable y el 83% de fuentes no renovables. El 57% restante proviene del exterior.

En este punto además EiTB DATA facilita cifras de Nafarroa, que produce en cambio el 172% de la electricidad que consume, el 49% de fuentes renovables y el 51% de origen no renovable. El 72% de su producción que no gasta lo vierte al sistema de interconexión.

Casi la mitad en carburantes

Respecto al coste económico por persona, lo datos de antes de la pandemia reflejaban un gasto medio de unos 930 euros. De esa factura energética, casi la mitad (47%) se gasta en carburantes para automoción, un tercio en electricidad (31,4%), un 18,3 % en gas y un 2,8% en otros.

Para este 2022, a tenor de la tendencia de precios creciente, se calcula que la factura energética supere los 1.000 euros por persona.

En el caso del precio de la electricidad, el Estado español se sitúa en el segundo puesto de la UE-27, solo por detrás de Alemania. También en el ranking de precios del gas ocupa la segunda plaza, por detrás de Suecia. Los ingresos económicos de las familias tanto en Alemania como en Suecia son notablemente superiores.