Daniel   Galvalizi
Periodista
Elkarrizketa
Alfonso Bauluz
Presidente de RSF en el Estado español

«La concentración y la precariedad explican la caída en el índice de libertad de prensa»

El presidente de Reporteros Sin Fronteras, Alfonso Bauluz, explica a NAIZ por qué el Estado español retrocede tres lugares. Afirma que «hay más respeto por el periodismo en Catalunya y el País Vasco» y expresa su preocupación por la situación de Pablo González.

Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros sin Fronteras en el Estado español.
Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros sin Fronteras en el Estado español. (RSF)

Hace pocos días, la organización mundial Reporteros sin Fronteras (RSF) presentaba por vigésima vez su clasificación sobre libertad de prensa, en un ranking liderado por Noruega, Dinamarca y Suecia y cerrado en el otro extremo por Irán, Eritrea y Corea del Norte, de un total de 180 estados.

En el plano global, en su edición 2022, RSF destaca los «efectos desastrosos del caos informativo, creado por un espacio digital globalizado y sin regular, que favorece las informaciones falsas y la propaganda» y denuncia que «el desarrollo de medios de opinión al estilo de Fox News y la generalización de los circuitos de la desinformación, impulsada por las redes sociales, están provocando un aumento de las fracturas sociales».

En cuanto al Estado español, la novedad fue que descendió en el índice del puesto 29 al 32, «pese a la mejora de la seguridad de los periodistas y algunos avances legislativos», y quedando por detrás de países como Costa Rica, Portugal y Argentina. La organización advierte sin embargo sobre «unos medios cada vez más opinativos y una precarización creciente de la profesión».

En conversación con NAIZ, el presidente de RSF España, Alfonso Bauluz, elegido en marzo pasado al frente de la organización, explica en más detalle esta situación y apunta también contra la «concentración» en el mercado audiovisual.

Primeramente, si bien Bauluz detalla los problemas en el mercado local, advierte sobre la metodología con la que se confecciona el índice: «Los destinatarios de los cuestionarios son elegidos por su competencia profesional pero no se puede ignorar que a veces hay lógicas chauvinistas, lugares del mundo donde el conjunto de la sociedad responde de una manera ante sí mismo y otros se autoflagelan, y está el factor comparativo. Si trabajas en Costa Rica y miras los países de tu entorno, eso influye».

Además, en el último cuestionario ha habido una nueva metodología y otros condicionantes que antes no estaban, y eso explica por ejemplo que México mejore posiciones, a pesar que sigue muy mal en los ataques mortales a periodistas. «Antes, ese tipo de hechos, junto con el entorno político y el aspecto del marco legal, eran claves, pero ahora hay cambios al haberse introducido factores como entorno económico y la concentración», añade.

El resultado de la nueva metodología provoca el descenso del Estado español «porque la concentración en el sector audiovisual es muy fuerte, con Atresmedia y Mediaset, y se tiene mucha dificultad para llevar a cabo proyectos informativos y viables nuevos», comenta.

Además, es tajante con la situación de los trabajadores: «La precariedad laboral es brutal y esto hace que no se note la mejora en el marco legal, aunque es cierto que queda que se complete la derogación de los aspectos más lesivos de la Ley Mordaza».

«Allá donde la ciudadanía reclama un periodismo con ética y libre, está dispuesta a pagarlo. Si no, ¿cómo se costea un periódico?»

Bauluz, ex redactor jefe del departamento internacional de la agencia Efe, responde a la pregunta sobre qué medidas urgentes habría que tomar en el Estado español para mejorar y cita inmediatamente el ejemplo de los que lideran el índice: «Da igual qué año sea, siempre los primeros lugares están los mismos. Y es porque sus ciudadanos reclaman un periodismo con ética y libre y están dispuestos a pagarlo. Si no, ¿cómo se costea un periódico?».

«El ‘New York Times’ o el ‘Washington Post’ son rentables porque hay lectores que pagan. Nosotros denunciamos la ‘foxnewsisación’ del debate en la arena informativa y la confusión entre opinión e información que perjudica el rigor y erosiona la democracia. Mandar un equipo con asesor de seguridad a cubrir a Ucrania cuesta una pasta y poner a señores opinando en un plató es mas barato, claro», señala gráficamente.

Reparto publicitario

En ese sentido, admite que la situación del reparto publicitario está difícil porque «el 80% de la publicidad actualmente queda en manos de las grandes plataformas», dice en alusión a Meta y la matriz de Google. «El modelo tradicional está tocado y la TV no tiene futuro, los jóvenes no la ven, el futuro de la comunicación está en las pantallas pero no en la TV tradicional», agrega.

En cuanto al Estado español y la situación de la prensa en sus diferentes zonas, responde que el estudio no está desglosado según comunidades autónomas pero dice que en su opinión personal «hay más respeto al trabajo del periodismo en Catalunya y en el País Vasco que en otras zonas».

«Más allá de los malos hábitos en las empresas mediáticas españolas, que los hay, creo que o los medios mejoran sus ingresos o difícilmente van a mejorar los sueldos ‘per se’. La transformación de sistema mediático industrial a uno digital es la que es», opina.

Pegasus y Pablo González

Como presidente de RSF España, Bauluz dice que le «preocupa» lo sucedido con el espionaje a políticos soberanistas conocido en las últimas semanas (que también implica indirectamente a periodistas que hablaban con ellos) pero no le sorprende porque recuerda que la organización denunció «que Pegasus estaba siendo utilizado por Marruecos contra periodistas, y también en El Salvador y México fue denunciado hace tiempo». Así que lamenta que «en ese momento no parecía que las autoridades tuvieran tanta preocupación».

«En el caso de Pablo González, no olvidemos que había un procedimiento de la UE contra Polonia por ataques a la independencia judicial»

Con respecto al periodista vasco Pablo González, detenido en una cárcel de Polonia acusado de espionaje a favor de Rusia, se solidariza y apunta que «desde el minuto uno RSF estuvo atenta al caso», ya cuando «le clonaron el teléfono».   

«Estamos en contacto con su familia y exigimos que tenga asistencia consular y jurídica y que el Gobierno polaco pruebe sus acusaciones presuntas. Él compareció sin asistencia jurídica o mermada. No nos olvidemos de que había un procedimiento de la UE contra Polonia por ataques a la independencia judicial», concluye.