Galdakao recuerda el 85 aniversario del bombardeo franquista

Un acto frente al refugio Tximelarre ha recordado el 85 aniversario del mayor bombardeo que sufrió Galdakao a manos de los fascistas. Aquel 19 de mayo de 1937 murieron al menos 24 personas, pero en los bombardeos que se sucedieron durante toda la primavera, hubo varias decenas más.

El alcalde Iñigo Hernando junto a estudiantes de Galdakao en la ofrenda floral.
El alcalde Iñigo Hernando junto a estudiantes de Galdakao en la ofrenda floral. (Aritz LOIOLA | FOKU)

El 19 de mayo de 1937 las aviaciones alemanas e italianas, a instancias de los franquistas, realizaron el mayor bombardeo que sufrió Galdakao durante la Guerra del 36. Aquel día hubo al menos 24 fallecidos.

Su localización, siendo la entrada a Bilbo desde la Bizkaia interior, y, sobre todo, la fábrica de dinamita que se situaba en el barrio de Zuhatzu hacían de Galdakao un objetivo militar para el ejército franquista. Pero los bombardeos no se limitaron a objetivos militares, sino que, al igual que en Durango o Gernika, los fascistas atacaron a la población civil.

Los bombardeos se sucedieron durante abril, mayo y junio, y se llegaron a contabilizar al menos 16 ataques aéreos y alrededor de 40 muertos. La galdakoztarra Libe Asua, que vivió en primera persona aquellos bombardeos, recuerda en un vídeo realizado por el Ayuntamiento hace dos años como veían llegar los aviones y empezaban a repicar las campanas de las iglesias avisando del peligro inminente. «Los perros iban de un lado para otro ladrando y las vacas mugían. Y nosotras sin saber donde escondernos», recuerda.

Pero el peor bombardeo tuvo lugar el 19 de mayo de 1937. Al escuchar las sirenas, los vecinos corrieron a ponerse a salvo en los refugios. Muchos fueron al de Tximelarre, lo que no sabían era que ese lugar sucedería el episodio más trágico de la guerra en Galdakao.

Tal y como relató el periódico ‘El Liberal’ y recuerdan varios de los supervivientes, una primera bomba cayó en los alrededores del refugio, donde todavía la gente corría para resguardarse. Minutos más tarde, otro avión descendió y arrojó una bomba en la misma puerta del refugio, quedando esta completamente obturada. En esta zona murieron 16 personas.

Acto de homenaje

Este jueves han vuelto a sonar las sirenas que hace 85 años avisaron de la llegada de los aviones. Ha sido el comienzo del acto que el Ayuntamiento ha realizado en el parque Plazakoetxe, frente al refugio Tximelarre, para recordar lo sucedido y homenajear a las víctimas.

Frente a un centenar de personas, entre los que había familiares de las víctimas, se ha presentado un dibujo realizado por Jabier Elorriaga, que servirá para dar una visión integral a los trabajos que se seguirán realizando para la recuperación de la memoria histórica de Galdakao.

«Hay acciones humanas oscuras que enmudecen las culturas que construimos. Son de una violencia extrema. Hay pocas imágenes que puedan dar cuenta de ello. Imágenes de cuerpos despojados que miran sin consuelo otros cuerpos tendidos sobre la tierra. Pero hay otras formas que se levantan silenciosas en recuerdo de aquellos que ya no están. Son agujeros o masas sin imagen. Esas formas circulares, a veces vacías, a veces llenas, que aparecen en el dibujo quieren representar el hueco de las miradas detenidas en la tragedia de las guerras. Ojala que, en su soledad, lleguen a cumplir esa difícil misión», ha comentado el propio autor.

Ha habido más representaciones artísticas: el coro de la escuela de música de Galdakao Máximo Moreno, y las melodías de violonchelo y violín de las profesoras de la misma escuela, Nerea Aizpurua y Ainara Rua, han amenizado el evento, y la innovadora coreografía creada expresamente para el aniversario por las bailarina June Agirre y Garazi Arrese han emocionado especialmente a las y los asistentes.

Baile artístico que ha representado los momentos angustiosos del bombardeo.

El alcalde de Galdakao, Iñigo Hernando, ha subrayado la necesidad de hacer este tipo de actos y de seguir recordando lo que pasó «para crear una sociedad mejor en la que lo sucedió no vuelva a repetirse».

El alcalde ha hecho un llamamiento a todas y todos los ciudadanos y agentes para que conserven la memoria del pueblo: "Os animo a que cuidéis nuestra memoria. Quien esté interesado, que se dirija a preguntar por lo ocurrido. Quien lo conozca, que lo transmita. Y, desde las instituciones, impulsemos este tipo de iniciativas”. En ese sentido, ha agradecido a la asociación Galdakao Gogora el trabajo que está realizando para recuperar la memoria.

Por último, se ha realizado una ofrenda floral en el monolito que hay en el parque. Las primeras flores las han puesto el alcalde, en nombre de todos los galdakoztarras, y estudiantes de los institutos Bengoetxe y Elexalde y de Eguzkibegi Ikastola, «en nombre del futuro que son».

Pedro Asua

En el acto de hoy también se ha recordado al gudari galdakoztarra Pedro Asua Zubiaur, que con la caída de Bilbo el 19 de junio de 1937 fue apresado por los fascistas y trasladado a un batallón obrero en Jaca, donde más tarde un tribunal militar lo condenó a muerte. Fue fusilado el 7 de febrero de 1938, a los 21 años, y desde entonces, su cuerpo ha permanecido enterrado en una fosa común en el cementerio de Jaca, sin identificar.

A finales del 2021, los ayuntamientos de Galdakao y Jaca iniciaron las conversaciones necesarias para repatriar los restos, y tras varios trámites burocráticos, el Consistorio de Galdakao ha anunciado hoy que el Gobierno de Aragón ha autorizado la exhumación y traslado de Asua desde el cementerio de Jaca a su pueblo natal.