Julen Aginagalde aún tiene cuerda para un último baile. Bidasoa había convocado una rueda de prensa para esta mañana, y quien más quien menos daba por hecho que se iba a anunciar la retirada del pivote irundarra. No en vano, en diciembre cumplirá 40 años.

Pero no. Julen ha comparecido acompañado por su hermano Gurutz, exportero y presidente del club, para anunciar que seguirá jugando una temporada más, hasta junio de 2023. Tendrá un pie en la cancha y otro en los despachos, porque se convertirá demás en el director deportivo del Bidasoa. El pivote ha matizado que ya lleva varios meses compaginando las dos labores y aunque ha admitido que es una tarea difícil, la está afrontando «con mucha ilusión».

«Es una gran noticia, es un jugador que está aportando muchísimo, está aportando muchisima experiencia sobre todo en partidos importantes», ha explicado en nombre del club el presidente Gurutz Aginagalde. 

Conocimiento no le falta, después de más de 20 temporadas en la elite y más de una decena de títulos de clubes. Comenzó su andadura en su localidad natal, entre 1999 y 2006. Después pasó por algunos de los equipos más importantes de la Liga Asobal (Ademar de León, Ciudad Real y Atlético de Madrid) antes de recalar en 2013 en el Kielce polaco, donde estuvo hasta 2020. Ahora cumplirá su tercera campaña en el retorno a un Bidasoa que vuelve a vivir momentos de gloria tras una década de travesía por el desierto.

Además, Julen Aguinagalde acumula siete medallas con la selección española entre Mundiales, Juegos Olímpicos y Campeonatos de Europa, amés de numerosos galardones individuales.

El propio pibote ha anunciado que este será su última temporada como jugador y que colgar la camiseta en el club «de casa es un orgullo». «Tengo este año para mentalizarme, para prepararme para ese momento y ahora me quedo tranquilo, sin dar muchas vueltas a la cabeza», ha declarado en la rueda de prensa.